“Ya hemos pasado las 600 denuncias en lo que va del año; la situación continúa siendo muy crítica”, declaró la jueza Cecilia Fernández al ser entrevistada por los casos de violencia familiar en Villa María y la circunscripción judicial que comprende Tribunales.
Además, la funcionaria a cargo del Juzgado de Niñez y Violencia Familiar confirmó que ya se entregaron 17 botones antipánico, dispositivos que permiten que la persona afectada pueda presionarlo ante una situación de riesgo y ser inmediatamente socorrida por la Policía.
Consultada sobre las alternativas que encuentra en estamentos del Estado para el tratamiento de la violencia, confirmó que “es más o menos lo mismo” que ha venido diciendo. “Si bien se implementó el Centro de Integración Social, que trabaja con personas que van a hacer consultas y con algunas derivaciones que hacemos nosotros para que les den contención y asistencia, continuamos sin contar con equipos técnicos”, ilustró.
La magistrada dijo que de esta manera siguen sin poder constatar cuándo hay violencia y su dimensión. “Hay cuestiones que falta implementar en la ciudad y nos encontramos muchas veces con desbordes para brindar protección”, resaltó.
Fernández aclaró, no obstante, que ahora se está trabajando con el municipio en “algunos aspectos con la Secretaría de Prevención Comunitaria, a cargo de Carlos De Falco, a los efectos de darles protección a las víctimas cuando son recursos de emergencia, como alojamiento”.
“Nos están ayudando”, añadió cuando se le repreguntó si la comuna brinda alojamiento en casos necesarios.
En este orden, se le pidió su opinión sobre la construcción de un centro de refugio para víctimas de trata de personas o de violencia doméstica. “Son necesarios. La tendencia es que no estén plenamente identificados y que la residencia sea transitoria. Sé que se está trabajando en crear uno”, manifestó en referencia al que prevé Vínculos en Red. “Siempre es importante que tengamos dónde dar refugio y contención a las víctimas porque cuando pasan estas cosas, está en serio riesgo su vida”, subrayó.
Doble utilidad del botón
Respecto a las estadísticas brindadas, y en alusión a las 600 denuncias que van en el año, confirmó que se registraron episodios “bastante delicados y particulares, en donde hemos dado botones antipánico porque de las audiencias surgió la duda de que fuera necesario”.
“Entonces, pedimos la colaboración de nuestro equipo técnico para ayudar a definir. Somos técnicos abogados ,pero buscamos ver hasta dónde está afectada la víctima para darle un poco de tranquilidad por medio del botón, que es muy útil porque, primero, si el victimario sabe que la víctima posee el botón, busca no acercarse o sabe del riesgo de detención, y, segundo, la persona se siente protegida porque conoce que ante el riesgo, la Policía acudirá a su auxilio”.
Sobre el particular, la magistrada develó que hay una carencia en algunas localidades que están bajo la órbita de Tribunales, en las que no existe el monitoreo por lo que la Policía no puede actuar. Sí puede hacerlo en Villa María y Villa Nueva.