Organizada de manera conjunta por Rotaract y la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), durante la tarde de ayer se realizó una charla sobre bullying (acoso escolar) encabezada por la psicóloga Julia Inés Henshaw y la comunicadora Adriana Folino.
La misma, destinada a padres, docentes y público en general, se realizó en las instalaciones del Campus de la UNVM, pero previo a ello ambas profesionales brindaron una conferencia de prensa en la sede de la Universidad Popular (bulevar Sarmiento y San Martín) para adelantar los principales aspectos que horas más tardes tratarían en la casa de altos estudios.
Primeramente, Henshaw relató que “estoy trabajando con el tema del bullying desde hace bastantes años. En 2006 estaba viviendo en Chile y vi que había tantos problemas de suicidios por la televisión ante lo cual empecé a capacitarme sobre el tema”.
“En 2009 vine a vivir a Argentina. Había gente que ya estaba trabajando en el tema y yo me sumé a ellas, pero yo veía que más allá de todas las charlas que se dan nunca salimos del problema”, añadió.
Para hondar más profundamente al respecto, la licenciada explicó que “el bullying causa traumas. Muchas veces me encuentro con adultos que me cuentan episodios que han pasado durante sus años escolares, por lo tanto es algo que deja marcas con dolor para toda la vida”.
“La cantidad de casos de acoso escolar ha subido en los últimos años porque hay falta de adultos comprometidos con la situación”, expresó.
Además aseguró que “la escuela está para educar, pero junto con la familia. Los padres tienen que trabajar junto con la escuela, porque fueron ellos quienes decidieron enviar a su hijo a esa institución. El tratamiento del bullying es un trabajo complementario entre familia, escuela y alumno”.
“El bullying es abuso de poder que deja a la víctima sin posibilidad de respuesta. Cuando hay abuso hay que separar de alguna manera a la víctima de su victimario, porque mantenerlos juntos le hace mucho daño a quien es abusado”, remarcó.
Por su parte, Folino destacó que “se habla del caso de bullying y no de víctima o victimario, pero al problema lo tienen ambos, al igual que el grupo que rodea a esos dos actores”.
“Está comprobado que el 80% de los niños o adolescentes que presencian un caso de bullying también terminan sufriendo, entonces hay que ayudarlos a ellos también para cambiar el clima escolar y que puedan ayudar a quien está siendo hostigado y al mismo hostigador”, señaló.
Finalmente la licenciada en comunicación apuntó que “el victimario también sufre. A nosotras nos asombra que sea él quien termina yendo al psicólogo, o que se termina yendo de la escuela, y la víctima no”.
“Las secuelas son muy importantes. Hay grandes posibilidades, porque está estadísticamente demostrado, de que quien comete un acoso escolar termine siendo de grande un criminal y quien sufre ese acoso termina sufriendo grandes problemas de autoestima, entre otras consecuencias, por el resto de su vida”, sostuvo.
