Escribe Juan Manuel Gorno
De mayor a menor en el partido. Y al revés en el campeonato. Así anduvo ayer Asociación Española en la “Leonera” de Villa Nueva, donde derrotó 2 a 1 a Unión Central para enhebrar su tercera victoria y quedar como única escolta, luego de sufrir innecesariamente ante un rival que pone y pone tanto que hasta se le escapan inocencias que le cuestan partidos.
Dentro de un duelo carente de estética visual (hubo limitaciones técnicas y el piso no ayudó demasiado), pero electrizante por la cantidad de situaciones frente a los arcos, Española ganó porque fue más punzante en los primeros 45 minutos y porque aprovechó la falta de fortaleza que tiene Unión para hacerse notar en las áreas.
Concretamente, al equipo dirigido por Jorge Negrete -que todavía no ganó en el torneo- le cuesta amalgamarse como para convertirse en confiable. Y, encima, su ubicación en la tabla lo obliga a salir a buscar siempre, tomando riesgos que suelen ser enormes, según la falta de atención en jugadas puntuales.
Ayer Española, con dos bajas importantes (su arquero Guillermo Arcas -lesionado- y el enganche Nicolás Morello -suspendido-), capitalizó las falencias del “Aurinegro” con la búsqueda por el medio de su ataque, donde la velocidad de Alvaro Bello fue letal para un desguarnecido Marcelo Bianchi.
Luego de un tiro que el arquero Miguel Ambroggio le tapó a Matías Valle, Bello apareció con sumo peligro a los 21 minutos, cuando fue a pelear y ganó ante Bianchi tras un pelotazo largo; el esférico quedó en Augusto Sarmiento, quien se acomodó y definió al palo más lejano del portero de Unión para establecer la apertura del marcador a favor del visitante.
Unión reaccionó desde la manija de un centrocampista criterioso y para tener en cuenta, Rodrigo Solís, quien supo acompañar a las subidas de Juan Doñabeitía y Martín Delfino. El problema, que tras sus espaldas no había serenidad ni seguridad.
Entonces, cuando parecía que el local podía emparejarlo, llegó una nueva aparición furiosa de Bello, luego de que Terrestre perdió una pelota en la salida ante Valle, quien habilitó a su compañero delantero para que éste cruzara al disparo en el 2 a 0, a los 24 minutos.
Cómodo con el resultado, Española le cedió la pelota al rival, que fue puro corazón desde el traslado de Solís -a quien el joven arquero Arias le atajó un remate de media distancia- o las subidas permanentes del “Vasco” Doñabeitía, que casi siempre jugó al límite de la segunda amarilla, producto de su forma aparatosa de llevar la pelota, con los brazos en alto.
De todas maneras, el conjunto de Claudio Andrada tuvo la chance más nítida para terminar goleando en el primer tiempo, cuando Bello -solo- intentó definir de emboquillada y la pelota terminó en poder de Ambroggio, sobre el final de la primera etapa.
De ahí hasta el final del partido, Española se encargó de dilapidar varias situaciones de gol, sobre todo, luego de que Unión Central apaciguara su mejor versión, que se registró en los primeros 10 minutos del complemento.
Con el empuje del “Vasco”, el toque del “Patito” Delfino y las apariciones por izquierda de Fernando Cabrera, Unión remó con buenos elementos para descontar primero y estar cerca de empatar después.
Mucho aportó el gol de Cabrera, a los 2’, cuando guapeó sobre el primer palo ante un tiro libre ejecutado por Doñabeitía. Eso despertó al visitante porque enfrente quedaba mucho por jugarse.
Pero 3 minutos más tarde, tras una picardía de Delfino, Cabrera se perdió un gol increíble, con arquero vencido, al tocar a un costado en lugar de empujarla a la red.
Española acusó el impacto, se reordenó y trató de aprovechar espacios de contragolpe, algo que se acentuó cuando Negrete se la jugó con el ingreso de un volante ofensivo (Piovano) por un defensor (Terrestre).
Sin embargo, el elenco de “Pelé” Andrada dilapidó todas las posibilidades para liquidarlo, así sea por “culpa” de Ambroggio (le tapó dos veces a Bello) como por imprecisiones increíbles de otros protagonistas, caso Mignola (el palo le impidió el festejo) o el pibe Pedrazza, quien se perdió tres goles apenas ingresado, aunque se mostró activo.
Conclusión, Unión quedó con vida hasta el final, aunque sin las mismas energías. Y Española tuvo que esperar el cierre del encuentro para exhalar tranquilo, con una nueva victoria que lo tiene bien posicionado, más allá de lo que falte por mejorar.
La figura
Alvaro Bello. Complicó con sus piques cortos y diagonales, provocó el primer gol y convirtió el segundo. En Unión se destacaron Doñabeitía y Solís.
El árbitro
Maximiliano Stevenot. Llevó el partido con autoridad, aunque no estuvo en el nivel arbitral que se le suele destacar. Se guardó la segunda amarilla para Doñabeitía cuando le dio un golpe a Racca y tampoco amonestó a éste en la respuesta.