Sin todavía obtener respuestas sobre la adquisición y funcionamiento del escenario móvil, construido en el marco de las obras de remodelación llevadas a cabo en el Anfiteatro municipal, los tribunos José Naselli y Gustavo Maristany reiteraron su solicitud de información oficial.
“Nuestro requerimiento obedecía (y obedece) a legítimas dudas sobre la transparencia en la administración de los dineros de los vecinos, que le fueron confiados a usted, tanto como intendente de la ciudad y como presidente del Ente Intermunicipal para el Desarrollo Regional (Eninder)”, manifestaron los vocales del Tribunal de Cuentas.
En alusión directa al dispositivo que sirve de eje a la polémica, Naselli y Maristany consideraron que “se adquirió un mecanismo móvil que sin haber sido sometido a una función muy dinámica, precisó de reparaciones”.
“En torno de ello surgen preguntas que usted no ha respondido. Son cuestiones sencillas: cuál fue el sistema de adquisición de la maquinaria, quién fue el proveedor, origen del producto, precio abonado, datos sobre reparaciones realizadas y garantías dadas por el proveedor sobre su funcionamiento. Todas cuestiones relacionadas con nuestra obligación de control de la legalidad del gasto público”, acotaron los funcionarios.
Como agravante de la controversial temática, los tribunos apuntaron al intendente Eduardo Accastello sosteniendo que “mediante un doble juego documental (…) procedió a desviar hacia el Eninder cerca de 10 millones de pesos, para la remodelación del Anfiteatro”.
“Su hermético silencio (como el de los funcionarios implicados en la maniobra), no cancela la absurda sustitución de instrumento público. Esos dineros fueron provistos por el fisco municipal y por esa razón no pueden, ni deben escapar a la fiscalización del Tribunal de Cuentas”, fustigaron los autores del pedido de informes.
En números
Como fundamento de sus aseveraciones, los tribunos se remiten a la documentación en clave de certificados que expidió la empresa constructora Ivecor, responsable de remodelar el “Anfi”.
Dentro de los ítems encontramos que la plataforma giratoria del escenario tuvo un valor de licitación de 570 mil pesos, mientras que el piso del escenario se valuó en 211.698 pesos.
Así y en valores del primer trimestre de 2011, el “escenario giratorio” significó entonces un gasto de al menos 800 mil pesos.
Dos años después de su inauguración y con muy poco uso, el espacio manifestó problemas operativos y la comuna, a pocos días del comienzo de la edición 2014 del Festival de Peñas, encomendó su arreglo.
El 31 de enero del corriente año, el municipio pagó 88 mil pesos a Lucas Matías Coria, (de General Deheza), por el “servicio de mano de obra y provisión de materiales en trabajos de reparación del escenario móvil, arreglo del sistema de rodillos del escenario giratorio y su puesta en funcionamiento”.
En todo concepto, se llevan gastados en el plato escénico 880 mil pesos.
“De tal manera, un sistema prácticamente nuevo, con muy poco uso, instalado ‘a través del Eninder’, sigue engullendo dineros de los vecinos, en reparaciones de las que ni siquiera conocemos ni el motivo, ni el resultado”, redondearon Naselli y Maristany.
“Consideramos nuestra obligación recordarle que el alto cargo que detenta lo convierte en administrador de los dineros que los vecinos aportan mediante el pago de las contribuciones, y la elusión de rendir cuentas sobre esa administración no se compadece con la “transparencia” que reiteradamente invoca en sus alocuciones”, subrayaron para concluir los tribunos.