La investigación del dantesco incendio sufrido por la distribuidora mayorista Redolfi en la madrugada de ayer quedó en manos del titular de la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno de los Tribunales locales, Gustavo Atienza.
La intervención de la Justicia en el hecho se debe a que se trata de un lugar de trabajo de acceso público, el cual debe, por ley, cumplir estrictamente con normas de seguridad e higiene ya que alberga diariamente un nutrido número de trabajadores y clientes.
El funcionario judicial se hizo presente ayer, poco antes del mediodía, en el lugar del hecho junto a sus colaboradores para inspeccionar el escenario y relevar distintos elementos de prueba que servirán para determinar qué provoco el fuego que consumió con rapidez prácticamente todo el salón de ventas y un utilitario que se encontraba en el lugar.
Si bien son varias las hipótesos que se manejaron durante la víspera en relación a las probables causas del siniestro (las que van desde el cortocircuito a la posibilidad de que el fuego hubiese sido intencional), el fiscal prefirió ser cauto y no adelantar ninguna conclusión, aunque, desde luego, no descartó ninguna posibilidad.
Mientras aguardaba la presencia de los peritos de la Policía de Córdoba que serán los encargados de determinar las causas del incendio, Atienza dispuso que se acordonara el lugar y dejó una consigna policial para custodiar el galpón.
“Hemos secuestrado elementos que debemos evaluar. No sabemos todavía nada al respecto. Sólo me permito suponer, y que quede claro que sólo es una suposición personal basada en la experiencia, nada más, de que seguramente el fuego se propagó con rapidez al tomar contacto con artículos inflamables que había para la venta”, comentó el fiscal.
El funcionario habló además con uno de los propietarios de la distribuidora y con empleados y manifestó que en principio, todo parecía estar en regla, pero “debo esperar el dictamen de los peritos”, que llegaron a Villa María en las primeras horas de la tarde.
Por su parte, Ignacio Redolfi, uno de los dueños de la firma manifestó en declaraciones radiales que ''el depósito y la mercadería están asegurados'' y que "las pérdidas por el incendio fueron totales" en el depósito ubicado en calle Ramos Mejía.
El comerciante confirmó en parte las sospechas del fiscal al indicar que en el salón de ventas había mucha mercadería "altamente inflamable".
Asimismo, Redolfi confió que el galpón tenía "alarma de incendio, pero no funcionó".