El conocido abogado penalista Eduardo “Tati” Rodríguez aseguró que “nadie nace delincuente”, sostuvo que si cada preso contara (mediante su trabajo) con el dinero que le cuesta al Estado mantenerlo preso la mayoría no delinquiría, indicó que hay un desprecio por la vida y condenó los linchamientos. Fue a lo largo de una extensa entrevista que concedió a EL DIARIO en su casa, en la que el letrado, que intervino en trascendentales procesos, reflexionó sobre los episodios contra supuestos ladrones y contestó preguntas sobre la vida en la cárcel y el mundo de la delincuencia.
“El clima jurídico, político y social está siendo utilizado por dos grandes medios de comunicación para generar una situación de temor y de inseguridad, que la hay, pero que exageran. Están abordando el tema por el final, que es el Código Penal, en lugar de hacerlo desde el principio, que es la inclusión, la prevención policial, la educación. Hay cosas en la que los particulares tenemos que colaborar: poner rejas, no esperar a que te pongan un policía en la puerta. Hoy los efectivos no alcanzan para cubrir el operativo bancario. La ciudad o cualquier localidad de este tamaño tiene horarios de inseguridad más marcados, como durante la apertura o cierre de bancos.
El Código Penal es el cajón donde vos juntás la fruta que ya se pasó y se cayó de la planta. Es lo que viene a ser la fruta podrida. La prevención es tener diez o doce empleados en el campo que toquen la fruta y la saquen cuando esté lista para hacer dulces. El Código Penal no previene, sanciona al que violó la norma.
- ¿Y qué es lo que hay que hacer con la fruta prohibida?
- Tratarla. Podés hacer dulce, ver de qué manera la aprovechas para abono, pero no tirarla. Una cosa es una manzana podrida y otra un ser humano que llegó a la quinta reincidencia pero que tiene material para transformarse en laburante, en buen tipo, pero quizás la sociedad no le dio la oportunidad. En toda esta historieta, opina la gente que tiene contacto con el delincuente. Los jueces lo ven en el juicio, el fiscal dos veces, la víctima una sola vez y no quiere verlo más, pero el abogado defensor está casi todos los días, entonces conocés muchas cosas que te llevan, no a justificar, pero sí a ver los porqués. Los que cometen delitos no pueden ser tratados de la misma manera, no es lo mismo el que robó dos veces que el que violó tres. Esa situación, que también es parte de la resocialización, está fallando. Y no explota, al menos acá, por el gran esfuerzo de la gente del Servicio Penitenciario, que por ahí son elásticos en algunas cosas y duras en otras, pero si no es por ellos ya tendría que haber explotado.
- ¿Soluciona algo endurecer penas?
- En ningún país del mundo trajo la solución. La famosa mano dura de Nueva York no fue desde el Código, sino que triplicaron la cantidad de policías en la calle, con patrulleros que anduviesen, servicios de computadora.
- ¿Por qué delinquen quienes delinquen?
- Muchos de ellos se han criado en un ambiente que los llevó a considerar que es un trabajo más, similar a la prostitución. Hace falta delinquir una vez y que te vaya bien para tomarlo como trabajo, si en esa primera opción le das una oportunidad de que se gane la vida de otra manera, el 80% de los pibes que están presos no delinquirían. La cárcel está llena de ellos. Hoy debe costar entre 7 mil y 8 mil pesos cada preso por mes. Al 90% le decís salís a laburar por esa plata y no reinciden.
- ¿Por qué la cárcel está llena de pibes y pobres? Los ricos no van presos.
- Argentina tiene una democracia muy nueva, que quiere crecer rápidamente para equipararse a democracias de mayor experiencia. Es la primera vez que se dan 31 años de democracia ininterrumpida. Hay instituciones que se crearon en 1880, como Tribunales, el Congreso en 1853, pero funcionan bien hace 31 años. Estados Unidos a los 31 años de democracia funcionaba igual. Estamos viviendo lo que vive una democracia de este tiempo. En el método de prueba y error, ellos 400 años atrás quizás cometieron los mismos errores. Cuando se purifique y el que asuma un cargo político lo haga por amor a la función y a ayudar a los otros y no para llenarse los bolsillos, cambiará.
- Liliana Costabello, de un proyecto comunitario, sostiene que los que delinquen sienten que sus vidas no valen y por eso no vale la del otro.
- Totalmente. Sin ninguna duda. La causal más grave que lleva a la juventud a la delincuencia es la no inclusión. Contrapuesto, además, al estereotipo que te dan los grandes medios de comunicación: ellos, en la otra punta, quieren llegar a la imagen que venden los medios. El sistema no los incluye siquiera para mejorar un poquito la situación.
- ¿Qué papel juega la droga?
- Importantísimo. De todos modos no creo que el drogarse para salir a robar sea un paradigma inamovible. Hay drogas que desinhiben y envalentonan, pero es el última eslabón de la cadena. Es todo el entorno previo, las carencias materiales y afectivas, las que determinan. No todos los carenciados son delincuentes, pero sí la mayoría de los delincuentes tienen alguna carencia, porque los colocan en situación de que si no estás contenido sos delincuente. Puedo decir que luego de 15 años de ver a chicos afectados por la droga, si los centros de desintoxicación no toman la posta, en conjunto con otras ONG, principalmente las iglesias, el problema de la adicción no se solucionará. Los ejemplos que tengo para dar, han zafado porque además del tratamiento médico han tenido una contención espiritual volcada a una religión. Es la única forma de salir.
- ¿La droga torna a los delitos más agresivos?
- Puede ser un elemento, sí. Pero hay una cadena viciosa, en la que se refleja que lo que uno le hace al otro es lo que se valora de sí mismo. Mata porque su vida no vale nada, menos la del otro. Hay un desprecio por la vida, que no se soluciona metiéndole preso. Solucionás el problema de la gente que no delinque, pero tenerlo preso sin tratamiento puede ser peor a la hora de salir, y tenerlo indefinidamente preso es inhumano, más allá de que sea constitucional o no.
- ¿No sirve para nada la cárcel?
- No cumple la función de la pena, que es darle tratamiento para tratar de reinsertarlo socialmente desde el principio de que nadie nace malo.
- Nadie nace delincuente
- Estoy convencido de eso. Si le das opciones, no entra en eso. Claro que si le ofreces ser cartonero y tener un rancho o robar tres bancos y ser un millonario, seguro muchos elegirán la segunda opción, pero si la propuesta de inserción en el medio es coherente... mirá, hay tipos que se bañaron por primera vez con agua caliente en la cárcel. No hablo de tipos sumidos en la pobreza absoluta, sino de empleados rurales donde el patrón los hacía bañar con agua fría.
- ¿Es muy triste la vida en el penal?
-Sí, tristísima.
- Hace meses se conoció que algunos, en la Penitenciaría local, manejaban celulares y droga.
- La comida es incomible, el 90% recibe alimentos de familiares que están afuera. Y cuando te sacan la libertad, es preferible morcilla con puré en la vereda y no caviar adentro.
- ¿Por qué vuelven?
- Hay un nivel de reincidencia bastante alto. Debe haber 1.200 tipos que entran y salen, prácticamente son los mismos. Hay dos delitos básicos en la reincidencia, la venta de estupefacientes y los delitos contra la propiedad. Hay delitos que no los llegamos a ver y ocurren todos los días. Empresa fundida con 50 empleados en la calle sin cobrar un mango y el dueño con Mercedes Benz. Eso es tan nocivo como el tipo que robó la bicicleta.
- ¿Los pibes notan esa impunidad de algunos sectores?
- Que lo conocen, lo conocen. Fijate en el archivo de EL DIARIO cuántos empresarios hay presos por quiebras fraudulentas y no encontrarás ninguno.
- ¿Por qué no?
- Por ahí tienen otros medios para hacer su malicia, muchas veces acompañados por vericuetos legales. El tipo que sale a robar, se pone el fierro en la cintura y se mete, queda mucho más expuesto que el empresario de guante blanco. La ley te genera un sinfín de vericuetos y chicanas.
- La Policía persigue a algunos sectores, según denuncian varios jóvenes.
- Hay tipos que son policías y otros que trabajan de policías. Me saco el sombrero por el primero, que sale por dos mangos todos los días a ver si vuelve a la casa. En cambio, el que trabaja de esto quizás comete estos abusos. Me tocó intervenir ante una cuadrilla de cinco muchachos detenidos a las 5 de la tarde en plaza Centenario con mameluco naranja. Estaban haciendo un zanjeo, venían caminando hacia su barrio, compraron una coca y se pararon ahí. Los detuvieron por merodeo. No es la función de merodeo... Si la van a usar para llegar a fines de mes con una estadística estamos mal. Pero no creo que sea una orden del jefe.
- ¿No?
- No creo.
- ¿Falla la formación?
- Algunos lo hacen con pasión, otros lo ven como una salida laboral rápida. Son muy pocos los que no pasan el primer año de policía y vuelven a intentarlo. Si se meten en la Policía y les va mal, ponen un maxiquiosco, trabajan en una farmacia. Pocos vuelven a intentarlo. Formar parte no implica una vocación como antes, creo que es por el desprestigio de algunos.
- ¿Se puede defender desde lo legal un linchamiento?
- No es legítima defensa, la que termina cuando termina la agresión. Para eso hay que ser víctima de un ataque no causado y defenderse proporcionalmente en cuanto al medio que empleás y el plazo de duración que dure el ataque. Los agresores no tiene justificativo desde lo legal, son autores de lesiones, de homicidio, del daño causado. No hay bronca y emoción violenta que lo justifique. Fue homicidio a patadones en una vereda.