Una muestra de vinilos y revistas, curada por Cuini Chiappero y atesorada como el oro del Perú, recibía a los asistentes que se adentraban al Centro Cultural Comunitario.
El dúo Anthology, compuesto por Julie Aiello y Facundo Felipe, recorrió en la previa un repertorio poco abordado de los “cuatro de Liverpool” antes del ingreso de Enrique “Cacho” Aiello y su holgada y talentosa banda.
El pretexto era socializar el flamante álbum “Pelo”, pero en realidad el concierto se plasmó como ceremonia celebratoria de la época más poderosamente creativa del rock nacional; la misma que coincidía con la ávida juventud de Aiello.
El, como intermediario necesario de dicho trance, recreó -en el generoso y respetuoso sentido del término- obras de Charly, Fito, David Lebón, Litto Nebbia (incluida la beatleana versión de “La balsa”) y, por supuesto, Spinetta con quien comenzara el recital (“Credulidad”) y le regalara un “bendito seas” al término de “Toda la vida tiene música”.
En el promedio también mechó temas de sus discos anteriores y hasta agregó como bis la rockera versión de “Señora chichera”.
Tuvo tiempo de acotar algunos versos sueltos de temas exceptuados de “Pelo” como “Inconsciente colectivo” y “No voy en tren”, y hasta de reproducir como en el disco una antigua grabación de su primer tema compuesto con su banda Agua Potable.
El final contó con toda la banda más sus dos hijas, Julie y Andreína, en el tema que dedicara a aquella época dorada: “Wincofón”.
J.R.S.