Alicia Manelli pasó del cansancio al hartazgo. La propietaria de la pensión de calle Santiago del Estero al 1200 ya no sabe adónde más acudir para que su calvario termine de una vez por todas.
Desde el mes de diciembre viene padeciendo agresiones a su vivienda por parte de un hombre que acosa constantemente a una exinquilina, Sandra Bulacio.
Desde pintadas en la fachada de la pensión y sobre la calle, como roturas de vidrios y del alumbrado, hasta mensajes macabros (“Sandra Bulacio que en paz descanse”), despachados en la puerta destinados a Sandra.
El caso había tomado estado público semanas atrás cuando aparecieron pintadas con consignas tales como “Tu amor o tu muerte”. Luego de dicho episodio, Manelli mandó a lijar y blanquear las paredes. Todo aparentemente se había normalizado hasta que el viernes a la noche, alrededor de las 20, se produce un nuevo y triste acontecimiento.
“Escuché un golpe muy fuerte -comenta Alicia-. Cuando salí a la calle para ver qué había pasado me doy cuenta de que era un choque en la esquina. Como era sólo eso, entré de vuelta. Al rato, una vecina me llamó para decirme que el hombre que acosa a Sandra había pasado por mi casa para comprobar si había repuesto los vidrios. Esa noche salí al cumpleaños de una amiga. Cuando volví le dije a la amiga que me trajo: “Pasá despacito por las dudas que me haya roto el foquito”. Había luz, pero fue para peor, porque vimos que había pintado otra vez la fachada con letras más grandes y pintura negra sintética que decían “Sandra te amo y soy tuyo”.
Vale indicar que tras el accidente, Alicia se comunicó con Daniel Massara, militante contra la violencia de género, quien se comunicó con funcionarios municipales para que la Policía actuara de oficio. “Algunos agentes, que estaban tomando datos del choque se acercaron a mi casa para decirme que me quedara tranquila, que iban a estar dando vueltas durante la noche. Después de ver las nuevas pintadas me fui directo a la Comisaría y me encuentro con que el policía que tenía que vigilar mi vivienda estaba ahí. Cuando terminé de hacer la denuncia eran como las cuatro de la mañana y me fui a dormir a la casa de mi hija”, relató.
Alicia Manelli ha efectuado hasta el momento diez denuncias en la Unidad Departamental San Martín. Según contó, el acosador tiene un prontuario donde se destaca una detención por hurto, acoso en mujeres en casos anteriores y falsificación de documentos públicos en su carácter de letrado.
“La Policía dice que no puede hacer nada”
“La Policía me decía que no puede hacer nada a menos que tenga la orden del fiscal o que lo agarremos con las manos en la masa. Cómo será que una vez fueron a detenerlo a su domicilio pero él les dijo que era su hermano. El no tiene hermanos sino hermanas. No le pidieron documentos siquiera. En la Justicia me dijeron que si lo detienen lo derivan a pericia psiquiátrica y ahí se verá lo que le pasa”, sentenció.
Agotada por la situación, el sábado pasado la propietaria colocó un cartel de “Se vende” sobre la pared de la pensión. “Lo puse sin intención de venta, en principio, para que el tipo se dé cuenta de que no hay nadie más allí, para que no moleste más. Aunque si llega a aparecer una oferta, la vendo definitivamente”, agregó.
Sobre el paradero de Sandra, no sabe nada. “Cuando empezaron las pintadas ella me había dicho que se iba a hacer cargo de pagarme los costos, pero nunca más regresó”.
Por último, señaló: “Si Sandra no está más allí. ¿Por qué sigue obsesionado con la casa?”.