Y se acabó lo que se daba. Apenas quedan los ecos y rumores de lo que dejó la 42º edición del Festival de Festivales flotando en el aire de la Villa, demorándose, como si quisieran que la jarana se prolongara, para que el regreso al laburo sea menos duro. Pero lo breve, si breve, dos veces breve y este año ha sido más breve que nunca. Apenas cuatro días locos que vamos a vivir.
El domingo no era San Valentín, pero a algunos artistas les duraba la onda romántica. Por ejemplo, el maestro Mariano Mores, que no sólo es rápido con las manos sobre el teclado, aprovechó la conferencia de prensa para soltarle los perros a una periodista de Hernando. No es zonzo el geronte, se vino para el lado de la soja.
El otro que no dejó pasar la oportunidad fue Dyango, que se tiró a la pileta de la cronista de un canal cordobés. Andaba calentito el catalán, y lo demostró sobre el escenario, porque apenas lo anunciaron se prendió fuego, literalmente, el Hernán Figueroa Reyes. Suerte que andaban cerca Rony y Lucero, que salieron a bailar un malambo sobre las llamas para sujetar al galán.
Como ésta es la última entrega, me piden que haga un balance, así que voy a ir diciendo lo que me salga, aunque sea desordenado, porque voy a aplicar la técnica del fluir de la conciencia (en mi caso de la inconsciencia).
Lo primero que me salta a la mente es que tanto a Peteco Carabajal como a Cuti y Roberto ídem les dieron un horario de terror. Tardísimo. Me pregunto si es porque son folcloristas que los mandaron al bombo.
Otra duda que tengo y que no puedo resolver es si ha cambiado mucho el Festival o no ha cambiado nada. Porque la verdad es que, de un Festival de Peñas eminentemente folclórico, nacido allá en 1968, fue tirando cada vez más para el lado de un Festival de la Canción tipo Viña del Mar, hoy, en 2009. O sea, cambió. Pero los artistas son casi todos números que ya eran consagrados allá por la década del ‘60 ó ‘70, o sea que en ese sentido, cambió poco y nada porque la grilla artística no propone mucho de lo nuevo. Y si no, sume: Estela Raval anda por los 80; Guarany, por los 84; Mariano Mores por los 90, Piero, Pagliaro, Los 4 de Córdoba, Los Trovadores, Dyango... si parece Jurasic Park. Me late que le está haciendo falta una transfusión de sangre joven al Festival, Patrón. Cuando el año que viene se vuelva a hacer cargo, téngalo en cuenta. Porque no se va, ¿no es cierto?
¿Sabe lo que se dice por ahí?
Que todo esto de que no quiere saber más nada con la producción del Festival de Festivales es una estrategia para negociarle en precio de la concesión y una exención de impuesto a la Municipalidad. ¿Es cierto? Mire que la gente es mala y comenta, ¿eh?
Ahora, entre nosotros, aprovechando que estamos solos, ¿es cierto? ¡Es un bicho, usted, Patroncito!
Y ya que estamos hablando de negocios. Si usted se va de la producción del Festival, ¿me recomendaría con el que viene para hacerle prensa? Porque no me gustaría quedarme sin esta changuita, vio. Usted podría darme una manito. Yo siempre me he portado bien con usted ¿no? Piénselo, no me conteste ahora, tómese su tiempo...Yo se lo pido a usted para no mover mis influencias a nivel político, porque acá en la Municipalidad hay gente que me quiere mucho.
Mientras usted piensa, voy a seguir con el balance.
Yo les decía que Dyango andaba caliente. La foto que publicamos en esta página es prueba contundente y la Fiscalía descansa. Y después me dicen lenguaraz a mí, ¡por favor! Ahora quedan claras muchas cosas. La Lucía se anda haciendo siempre la mosquita muerta y reclamándoles cosas al Joaquín en las canciones, y vean ustedes quién es la que arma todos los líos en el dúo Galán & Galán. Y por carácter transitivo, el quilombo pasa a la relación Galán-Alarcón. O sea, la Lucía, con su pintita de mosquita muerta...
¡Y Dyango! Ese es otro... Se ve que la periodista no le dio bolilla y algo había que hacer con tanta temperatura. Yo le hubiera tirado una de esas botellitas de agua bendita que costaba 8 pesos ¡semejante pecador! Ahora entiendo por qué dicen que el cantante es bilingüe. Y además debe ser ventrílocuo, porque la foto fue sacada mientras cantaba. En fin, usted vio, señora, como es el mundillo de los artistas...
Por ser ésta la última entrega vamos a develar uno de los misterios más cerrados del mundo de la música (sacando quién era el quinto Beatles) y vamos a responder a la pregunta que enviaron por correo electrónico tantos lectores ¿Por qué el grupo se llama Estela Raval y los 5 Latinos, si los Latinos son 4?
La respuesta es sencilla: porque no son 4 sino 5. ¿Y adónde está el quinto? El quinto es, señoras y señores, chachán chachán (redobles y platillos) ¡Miguel "el Gringo" Borsatto! O usted se cree que era casualidad que estuviera vestido igual, con el mismo trajecito.
Bueno, si hay alguien que lamenta que se acabe el Festival, ese soy yo. Porque ahora tengo que pasar un año adentro de la jaula, preso y amordazado, hasta tener una nueva oportunidad de sacar el cuero a cuatro manos. Porque no se crean que es gratis faenar así, como faeno yo, a diestra y siniestra y sin carné de bromatología.
Y ahora, mis queridos chichipíos, me voy yendo al tunga tunga, a bailar y a disfrutar del verdadero ritmo cordobés. Ustedes pórtense bien, y si se portan mal, inviten, che, que se me hace larga la espera hasta el próximo Festival. Gracias por ser como son y por compartir esos matecitos conmigo. Y ya saben. Si para febrero andan cerca, y lo llegan a ver a Otto Wester, no se olviden de decirle, piiiiiii, fin de la transmisión. l