El jefe de la Policía cordobesa, Julio César Suárez, relevó ayer a cinco oficiales de la Departamental Juárez Celman, tras corroborar que en la ciudad de La Carlota funcionaba un local de "alterne", pese a que en la provincia impera una ley que impide el funcionamiento de whiskerías o discos en las que se permita o tolere la prostitución.
La medida dispuesta alcanza a toda la cúpula de la Departamental Juárez Celman de la Policía: al jefe, comisario mayor Sergio Wisnievsky; al segundo jefe, Héctor Moyano; al jefe de la Zona 1, comisario inspector Jorge Flores, y a los subcomisarios Román Orlandi y Guillermo Braga.
"Esta situación obedece a que, en la provincia, rige la aplicación de la Ley 10.060, de Lucha Contra la Trata de Personas, la cual determina que no deben existir establecimientos o locales de alterne", explicó Suárez por medio de un comunicado.
Suárez recordó que, durante el fin de semana pasado, debió ordenar a "la Dirección General de Investigaciones Criminales y de Trata de Personas que realizara un procedimiento en un local nocturno de La Carlota, dado que este hecho no fue advertido por las autoridades de la Departamental (Juárez Celman)".
Un detenido
Durante el procedimiento, fue detenido un sujeto de 28 años, supuestamente el encargado del lugar de alterne, denominado La Rosa, mientras que fueron "rescatadas" siete mujeres de distintas edades, al tiempo que 15 asistentes, entre ellos un menor de edad, fueron puestos a disposición de la Justicia.
La Ley Nº 10.060, promulgada en junio de 2012, prohíbe el funcionamiento de "whiskerías", definidas como "todo lugar abierto al público o de acceso al público en donde se realicen, toleren, promocionen, regenteen, organicen o, de cualquier modo, se faciliten actos de prostitución u oferta sexual, cualquiera sea su tipo o modalidad".
El artículo tres de la norma establece que la prohibición comprende "a todos los locales de cualquier tipo, abiertos al público o de acceso al público, en donde los concurrentes y/o clientes traten con hombres y/o mujeres contratados para estimular el consumo o el gasto en su compañía".
La ley, en tanto, contiene una disposición que resguarda los derechos integrales de las personas que ejerzan la prostitución, aunque no en whiskerías, ante las quejas reiteradas de la filial Córdoba de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR).