¿Qué respuestas brinda el Estado a alguien que presenta riesgo de suicidarse? Eso quiso conocer EL DIARIO ayer. A tal fin, este cronista llamó por teléfono a distintos centros de salud, con el argumento de que un familiar presentaba signos preocupantes que hacían presumir un eventual atentado contra su propia vida. En ningún momento se reveló la calidad de periodista de este diario.
Así surgió que la respuesta del municipio fue más rápida que la que brinda la Provincia, la cual tiene competencia en la materia. Y que no hay ningún número telefónico específico para asesorar a quien sufre una crisis de esta naturaleza ni a sus familiares, como tampoco existe coordinación entre los responsables de la salud en sus diversas órbitas.
El primer llamado fue a la Guardia del Pasteur, al número 108, cerca de las 14. Atendió una mujer. Dijo que no podía dar respuestas hasta la mañana de hoy, que atiende el psiquiatra, porque en ese momento no se encontraba. Derivó al Servicio de Salud Mental de la Municipalidad, en calle Martínez Mendoza 255.
Entonces, llamamos al (0353) - 4531131. Nos atendió una mujer. Mostró predisposición por el cuadro, pidió nuestro número telefónico, indicó que contactaría al psiquiatra y que nos volverían a llamar.
El paso siguiente fue la Asistencia Pública, a través del 4520357. Una señora explicó que en ese momento (la siesta) no había nadie para atender esta situación. Apuntó que el psiquiatra atiende los martes y viernes por la mañana y añadió que hay muchos turnos dados. Se le preguntó si podíamos obtener un turno para hoy viernes y dijo que no porque estaban cubiertos. Con amabilidad, remitió a la Guardia del Pasteur.
Nuevamente, entonces, llamamos al 108, es decir, al nosocomio de calle Mendoza.
-Hace un rato llamé por mi hermano. Conté que tenía miedo de que se suicide.
-¿Quién es su hermano?
-Me derivaron al servicio municipal de la calle Martínez Mendoza, allí me dijeron que no estaba el psiquiatra. Llamé a la Asistencia y me derivaron al Pasteur.
-¿Pero qué quiere saber? ¿Quién es su hermano?
-Quería que lo atiendan, saber si hay algún psiquiatra.
-Psiquiatra hay.
-Ah, porque recién llamé y me dijeron que no.
-Porque tiene que estar con un brote o algo. No sé qué le han dicho.
-¿Lo puedo llevar ahora? ¿Lo va a ver alguien?
-Sí, el médico de guardia.
-¿Un psiquiatra puede verlo?
-Tendría que haber sacado turno esta mañana, o mañana a la mañana en su defecto.
-Leí en EL DIARIO meses atrás que hay Guardia para estos casos las 24 horas.
-Sí, está, pero tiene que ser una suma urgencia. Depende del médico clínico que lo vea, que decidirá si llama o no al psiquiatra.
Lo que siguió fue concurrir en persona al Pasteur. Allí, según explicó la médica Verónica Gennero, se estaba atendiendo un caso de este tipo y precisó que se había convocado al médico psiquiatra.
Este medio constató que no hay Guardia activa de esta especialidad, pero sí pasiva. Según fuentes del nosocomio de barrio Lamadrid, se convoca al psiquiatra en caso de que los médicos clínicos consideren que el cuadro de salud amerita su presencia.
Habían pasado 45 minutos desde la consulta al Servicio de Salud Mental de la comuna cuando sonó el teléfono. Era el licenciado René Durán, del equipo de esa dependencia, quien se ponía a disposición del caso.
Los lugares a los que concurrir
y las señales de alerta
Adónde acudir
A la mañana, a los Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de distintos barrios, en donde se analizarán las derivaciones necesarias; al Pasteur o a la Asistencia los martes y viernes.
Desde la siesta en adelante, a la Guardia del Hospital Regional Pasteur.
A tener en cuenta
Según el Ministerio de Salud de la Nación, la mayoría de las personas que se suicidaron, hizo saber el propósito de acabar con su vida. Esto puede ocurrir durante un estado depresivo o no. También indican que es posible que una persona con ideas suicidas no desearía morir, si se produjeran cambios en su vida. Y que hablar sobre suicidio, reduce la posibilidad de cometerlo y puede ser una oportunidad para ayudar a quien está padeciendo.
Hay que prestar atención a signos como aislamiento, persistencia de ideas negativas, dificultad para dormir, comer y trabajar; desesperanza, llanto inconsolable y repentino cambio de conducta.
Para ayudar hay que mostrar interés y apoyo, respetar las diferentes expresiones de sentimientos y eliminar prejuicios. Hay que solicitar ayuda a amigos, familia, al hospital, a la escuela, al club o a la iglesia.