Con un total acatamiento en el transporte de pasajeros y un alto porcentaje en transporte de cargas, correo privado, caudales y combustibles, se llevó a cabo ayer la jornada de protesta convocada por la CGT que lidera Hugo Moyano y que contó con el acompañamiento del gastronómico Luis Barrionuevo y la CTA de Pablo Michelli.

En un recorrido por la ciudad, EL DIARIO pudo observar que fue nula la actividad en Fábrica Militar y EPEC. Lo mismo en la Terminal y en el Centro de Transferencia, que estuvieron prácticamente desiertos durante toda la jornada.

En la ANSES, el paro tuvo una adhesión del 30%, según informaron las autoridades del organismo. En el sector gastronómico, prácticamente no se sintió la medida de fuerza.

Por otra  parte, se notó la presencia de dirigentes y afiliados al Sindicato de Camioneros en distintas empresas de transporte, como Molinos Fénix y  Marchetto.

“Estamos garantizando el derecho a parar. Si los dueños quieren salir conduciendo los camiones, pueden hacerlo, pero le garantizamos al trabajador el derecho a hacer la medida de fuerza”, dijo Eugenio Salvatori, dirigente provincial del Sindicato de Camioneros.

Junto a afiliados y otros dirigentes, estuvieron recorriendo la zona. “De Oliva a Bell Ville no vimos un sólo camión en la ruta”, informaron.

Aseguran que el paro “no es político. Si no nos pusieran un techo en las paritarias y no nos quitaran con el impuesto a las Ganancias lo que ganamos trabajando, no tendríamos motivo para hacer paro”, dijo, remarcando que “no hay elecciones que justifiquen las acusaciones de que estamos haciendo un paro político”.

El delegado en Villa María del mismo gremio, Daniel Luna, lamentó que la CGT Villa María “no se comprometa con los trabajadores. Ellos hacen cursos para ser dirigentes sindicales y les dan la espalda a los reclamos. En lugar de cursos, deberían estar al lado de los trabajadores”, puntualizó.