La Justicia local le impuso ayer una condena de ocho años de prisión efectiva, accesorias de ley y costas, a un anciano que admitió haber abusado sexualmente de dos niñas, aunque una de ellas fue víctima de un sometimiento mucho más grave y continuado en el tiempo.
En un juicio de trámite abreviado, Roberto Martínez, de 71 años de edad (1 de noviembre de 1942) fue declarado autor penalmente responsable de “abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y reiterado” y “abuso sexual simple” en perjuicio de dos menores, a las que sometió en su domicilio de barrio Nicolás Avellaneda.
Una de las chicas fue manoseada en una oportunidad, pero la otra sufrió vejámenes más severos, ya que fue accedida carnalmente en varias oportunidades, en fechas no precisadas, pero ocurridas durante el transcurso de los años 2010, 2011 y 2012.
Pese a que la audiencia de debate se realizó a puertas cerradas, por tratarse de hechos de instancia privada y con víctimas menores de edad, EL DIARIO pudo saber que los abusos fueron cometidos en la casa que por entonces habitaba Martínez, sita en calle San Juan 2552.
Las niñas, de 10 y 11 años de edad, son familiares indirectas del septuagenario, quien se encuentra detenido desde febrero de 2013.
El proceso oral fue presidido por el camarista René Gandarillas y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y del abogado Luis Caronni, quien intervino como defensor, mientras que la secretaria actuante fue Gabriela Sanz.
Tras la lectura de la pieza acusatoria, Martínez se declaró culpable de los hechos que se le atribuían, circunstancia que permitió que el debate se realizara bajo la modalidad de trámite abreviado, es decir sin la recepción de pruebas testimoniales en la sala que la Cámara del Crimen de Villa María posee en el quinto piso de Tribunales.
Como el disoluto anciano no registraba antecedentes penales, pudo acceder al mínimo de la pena prevista por la legislación para el más grave de los delitos que se le imputaban, cuya escala penal va de ocho a 20 años de prisión.
Al momento de pronunciar su alegato, y tras adherir a la pena requerida por el fiscal, el abogado defensor pidió que se le conceda a su cliente la prisión domiciliaria ya que se trata de una persona mayor de 70 años que, además, padece algunos problemas de salud.
De todos modos, el tribunal analizará el planteo y oportunamente resolverá si se le concede dicho beneficio, para lo cual le correrá vista a la Fiscalía para que se expida sobre esa cuestión.