Padre, abuelo y nieto forman parte de la Orquesta Estable. “Podríamos ser los Soria´s Brother”, bromea Rogelio, padre de Kuki.
El sello de Kuki Soria en la música de Villa María es innegable. No sólo es director de la Orquesta Estable que caracteriza las noches de peñas, sino también docente en la Escuela de Música Popular (EMPO), el Rivadavia y la Universidad.
“Empecé de muy chico, porque mi abuelo era músico (tocaba el acordeón) y mi padre también. Aprendí viendo y después estudié”, dice Kuki.
Su padre, sin disimular el orgullo dice: “El empezó a estudiar y no dejó más, se sigue perfeccionando”.
Pero Rogelio no se queda atrás. Empezó tocando la batería, luego el piano “y de grande empecé con la guitarra”. Tenía 28 años cuando se inició con el instrumento que ejecutó en las noches de peñas dirigido por su hijo.
Lorenzo, empezó el camino de su abuelo. Es percusionista de corazón. “Tengo un grupo de rock, ‘A dónde’ es el nombre y ahí toco la batería”. En la Orquesta Estable también hace percusión dirigido por su padre.
No es sencillo ordenar con la batuta al padre y al hijo. “No sé cuál de los dos me da más trabajo, creo que él”, dice, señalando a Rogelio.
El mayor de los tres Soria tiene 72 años que lleva impecablemente. Disfruta el bolero pero aprecia toda la música.
Kuki, con 52 años, elije varios géneros: folclore, jazz, rock.
Lorenzo, con sus jóvenes 18 años sabe que el rock es su música. “Es una cuestión generacional”, apuntan.
Pese a que no coinciden en un mismo género musical en las preferencias, no descartan la posibilidad de tocar juntos en algún momento.
“Hasta ahora, lo hacemos en las fiestas familiares”, dicen.
Los Soria terminan la nota con EL DIARIO trenzando posibles nombres para el conjunto. Rogelio insiste con los “Soria’s Brothers”. También puede ser “Los Soria’s” a secas. Lo único seguro es que el nombre debe llevar el apellido que distingue a las tres generaciones de músicos que tocaron en la Orquesta Estable, para deleite de los miles de visitantes que pasaron por el Festival de Peñas.