En la jornada organizada por el Ministerio de Agricultura de la provincia, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Córdoba y la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Hernando, se destacó el "privilegio de tener el rol de producir alimentos para el país y el mundo", pero para ello "es indispensable el cuidado de los suelos, que son la caja de ahorro de la producción, no sólo para el futuro sino para este presente donde la Argentina tiene un rol protagónico".
Vale destacar que también se señaló que "el asesoramiento profesional, es fundamental para lograr una sustentabilidad y rentabilidad en la empresa agropecuaria, y los costos son muy ínfimos si se compara con los precios de los insumos y la incidencia en los costos".

@ Capacitarse para crecer y proteger

Uno de los disertantes del evento, el ingeniero Rodolfo Gil del INTA Castelar, en diálogo con El Diario Rural dijo: "Se debe enfocar la capacitación para ver el funcionamiento físico del suelo, pero fundamentalmente en esta zona centro donde la conservación del agua es muy importante, ya que es un recurso directo para lograr una empresa agropecuaria rentable, y al mismo tiempo el buen uso del agua nos conduce a un sistema sustentable de producción".
"Hay que tomar cabalmente noción y conciencia de que Argentina es uno de los pocos países a los que les toca el rol de “fabricar alimentos” para sí mismo y el resto del mundo", agregó.
"Es un privilegio poseer los recursos naturales que tenemos, por eso hay que cuidarlos, ya que son escasos, y en muchos casos no renovables", acotó Gil.
"La preocupación debe pasar no sólo por cumplir el rol de fábrica de alimentos sino por la conservación de esas fuentes, donde una gran medida pasa por el suelo. La conservación de este elemento, se funda básicamente en el secuestro de carbono en la producción de materia orgánica como base imprescindible de la producción" resaltó el especialista.
"Cuando producimos, hay que hacerlo no solamente para producir granos, sino para devolverle al suelo parte de lo que se le saca con las cosechas, para mantener su capacidad productiva", subrayó antes de redondear: "Hay que entender que en la capacidad productiva del suelo, una de las herramientas fundamentales es la materia orgánica".
"La ecuación para una buena cosecha es muy sencilla: agua, ya que cuanto más podamos sacar del campo en transpiración de la planta se traduce en un mayor secuestro de carbono, se genera mejor cosecha y al mismo tiempo mayor producción de materia seca. Al transformarse en materia orgánica, hace que se forme el círculo, almacenar más agua, utilizar mejor el agua almacenada y transformarla en rendimiento o biomasa", sintetizó el funcionario.
"Hay dos principios que son básicos para mantener el suelo protegido, de manera sumamente económica, a través de residuos de cosecha", advirtió el profesional.
"La técnica de siembra directa, es un método que permitiría cumplir con parte de ese precepto, y la otra parte, es ver cómo hacer en las zonas donde el agua de lluvia es escasa. Hay que eficientizar el uso para que se traduzca en una empresa sustentable, que se compone de tres patas: la rentabilidad, rol social y conservación del medio ambiente", comentó Gil.

@ La tierra como caja de ahorro

Pablo Massini, agrónomo del INTA Río Tercero, hizo una evaluación del curso con este matutino, expresando:
“La asistencia masiva de los profesionales no es casual, ya que es parte de un programa de capacitación permanente que se lleva a cabo con los ingenieros agrónomos de la región, desde hace tres años, realizando alrededor de cinco encuentros anuales, con temáticas y disertantes seleccionados de acuerdo a las necesidades que se presentan en la región”, manifestó el profesional.
“El tema del suelo, se trajo en esta oportunidad, ya que es una de las áreas menos exploradas en nuestra región Centro”.
“Es como si nos costara mucho mirar debajo de la tierra, a la raíz, porque estamos acostumbrados a mirar la planta y atender las necesidades aéreas de la misma, sin la gimnasia de mirar hacia abajo y fundamentalmente reconocer lo que pasa bajo el suelo con nuestras plantas”, agregó
“Asimilar los cambios y los avances en estudios y consecuencias, nos lleva a la necesidad de mirar el suelo, desde abajo, analizar cómo juegan las variables hídricas, ya que el reservorio de agua en la tierra, no es ni más ni menos que nuestra caja de ahorro”, ilustró el consultado por este medio.
“Interpretar cómo las prácticas agrícolas repercuten en el suelo, permite visualizar el manejo del sistema”, reflexionó.
“Los productores, deben sí o sí, tener y mantener el asesoramiento profesional, puede hacerlo en organismos públicos y gratuitos como el INTA o de forma privada, ya que en épocas de bonanza, se debe tener, y más aún en etapas críticas”.
“A los productores, les diríamos que no hay nada más económico que el ingeniero agrónomo”, ya que si se compara los costos de asesoramiento profesional con los insumos, se notará la mínima incidencia de los gastos en asesoramiento en los costos productivos”, concluyó expresando.