En el marco de la discusión que se está llevando adelante sobre la nueva tarifa para taxis, un grupo de choferes se reunirá mañana por la mañana con el presidente del Concejo Deliberante, José Escamilla, tras reclamar que sean tenidos en cuenta por ser actores principales de la actividad.
Los choferes, encabezados por Fabián Estarás y Jorge Benítez, presentaron una carta en la Municipalidad en la que manifestaban su descontento con varios puntos dentro del proceso que se está llevando a cabo. “Estamos contentos porque después de mucho tiempo el municipio nos va a recibir para escuchar nuestros reclamos”, destacó Estarás.
El trabajador del volante se encargó de dejar en claro que no están en contra del porcentaje de aumento de tarifa cuya aprobación está en discusión (30% diurna, 50% nocturna), “al contrario, la apoyamos”, sino que “queríamos que se nos incluya en la mesa paritaria”, para manifestar otros puntos que consideran precarios en las actuales condiciones en las que se desenvuelve un taxista.
En ese sentido, resaltó que entre los temas principales a exponer a Escamilla: “Vamos a plantear que pretendemos más controles, todos los días, para que se cumpla con la ordenanza y que sólo trabajen aquellos choferes que estén habilitados y en regla. Además, otro tema que plantearemos es la posibilidad de armar una comisión entre choferes para poder tener un trato más directo cuando se deban tratar determinados temas”.
Cabe destacar que la aprobación de la nueva tarifa está actualmente en plena discusión por algunas diferencias entre distintos bloques del Concejo Deliberante y la Cámara de Permisionarios, quienes no aceptan que el aumento se aplique en forma desdoblada.
Desde esta semana, las conversaciones seguirán, aunque los permisionarios ya se manifestaron inamovibles en su postura de no permitir el desdoblamiento.
Un básico “bajísimo”
Si bien Estarás dejó en claro que “en la reunión no vamos a discutir el tema salarial, porque no es el ámbito”, sí hicieron este planteo en la carta enviada al municipio, donde manifestaron que conviven con sueldos que no alcanzan, por lejos, el mínimo vital y móvil.
“Tenemos un básico que es de 1.800 pesos, bajísimo, y nos preocupa la incertidumbre por cómo va a reaccionar la gente ante el aumento de la tarifa, lo que nos puede provocar incluso mayores problemas económicos si disminuyen los viajes”, explicó.
Ante esta situación, lo que pregonan es que la discusión y la modificación de la tarifa den como resultado, “como mínimo, un salario de $3.800 pesos para quienes están blanqueados”.
“No nos pagan aguinaldo, ni vacaciones, lo único que tenemos ahora es obra social y aporte jubilatorio, por todo el resto estamos como hace 20 años atrás”, concluyó.