Sportivo Playosa logró un meritorio triunfo por la mínima diferencia de 1 a 0, ante un Rivadavia de Arroyo Cabral que sobre el final bregó con desesperación para llegar a la igualdad, resultado que hubiera reflejado con objetividad lo ocurrido en los 90 minutos. 

Los primeros instantes marcaron un desarrollo confuso, con intentos que se perdieron por falta de claridad en la proyección o por la cuestionable tendencia a centralizar la orientación de los avances. El “Albo” avisó mediante dos remates de Genre y Aimar apenas desviados, respondiendo el “Verde” con un cabezazo de Franco Garis bien controlado por Garetto.

Acciones aisladas que no aportaron para otorgar un concepto más favorable y definir un contexto de juego más elogiable. Después de los 20 minutos, la visita adoptó una actitud más frontal y con algunos intentos de rápido contenido exigió a los defensores locales, que debieron extremar recursos, momentos donde la movilidad de Franco Rojas y Guillermo Arce fueron componentes destacables para ubicar el trámite favorable a las motivaciones de Rivadavia, con un equipo dueño de casa más expectante y sin la presencia de los primeros minutos. 

En una rápida acción de contragolpe, a los 30 m, un soberbio remate de Boulique dio en el palo de Berardo, fijando la opción más favorable del local en el primer parcial, cuando el huésped mostraba un esquema de equipo más organizado y con reales expectativas de evolución en el juego.

El desarrollo mejoró en la parte final de la etapa con intentos repartidos, que si bien no inquietaron la estabilidad de las líneas defensivas otorgaron mayor emotividad a la lucha. Playosa tuvo en Facundo Menegotto y Jorge Servetti a sus valores más dispuestos en la búsqueda ofensiva, mientras que en los pasajes más favorables a su conjunto, Franco Rojas y Gozzerino fueron armas eficaces para alentar propósitos en generación de peligro. 

El período inicial concluyó en clima de nerviosismo, luego del drástico fallo del árbitro Daniele, que expulsó a Franco Santoni y a Leonado Semenzín por agresión mutua, determinando de inmediato y en forma equívoca la finalización, cuando aún faltaba el lapso de descuento. Un período con altibajos, con dominio alternado y sin grandes pasajes elogiables, salvo las jugadas citadas donde el “Albo” fue más directo en la acción ofensiva.

En el segundo tiempo no disminuyó la dinámica de la brega, pero Playosa sobrellevó al principio sus mejores momentos con relaciones positivas en creación de juego por parte de sus organizadores, que fijaron las mejores instancias de peligro para el elenco dirigido por Miguel Conde. A los 12 m, luego de un córner ejecutado por Menegotto, Diego Molina entrando por sector opuesto conectó un preciso remate de volea que se incrustó en la valla de Berardo, convirtiendo un golazo, sin que éste intentara oposición alguna. El 1 a 0 fue el premio para la actitud más positiva y para la mayor disposición ofensiva por parte del local. Posteriormente el ingreso de Facundo Castro en el elenco de Marcelo Santoni equilibró progresivamente la balanza. Después de los 30 m Rivadavia realizó esfuerzos sostenidos para aspirar a la igualdad.

La resistencia de la retaguardia local y la correcta gestión de Fabricio Garetto fueron baluartes principales para evitar la caída de su valla y la posible paridad en el marcador, que finalmente no se produjo. 

En el concepto sintético, es necesario marcar la digna labor de Rivadavia en la búsqueda del empate y la meritoria gestión funcional del equipo ganador, que le permitió sostener el marcador y conseguir tres significativos puntos para aspirar a la clasificación en el actual Torneo Apertura.      

La figura