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Diego Pellegrini (h)
A diferencia de lo que sucede en la mayoría de los partidos, el clásico no terminó tras el pitazo final del árbitro Maximiliano Stevenot. Todo lo contrario, el espectáculo tomó temperatura debido a un cruce verbal entre los protagonistas de ambos equipos en zona de vestuarios, que finalizó con la intervención de la fuerza policial para apaciguar el episodio de violencia.
Bronca, mucha bronca para Alem y Alumni fue lo que dejó el empate en uno, en un clásico que entregó poco desde el juego y mucho desde la fricción y el roce.
Sabor amargo en el visitante, porque el partido era villamariense y un error propio lo privó del festejo. Y también insatisfacción en el “León” porque, a pesar del empate, el equipo sigue sin aparecer, mostrando muchas falencias en todas sus líneas.
Julio Giraudo, el portero de Alem, en diálogo con EL DIARIO dejó bien en claro su pensamiento: “Lo bueno que nos deja este encuentro es el resultado, porque ya lo teníamos perdido, y la actitud que pusimos para recuperarnos. Pero nos sigue pasando lo mismo que nos sucedió contra la Universidad, porque nos falta juego y mayor tranquilidad. Me parece que intentamos, pero estamos careciendo de tranquilidad para tener la pelota y mandar en el desarrollo del cotejo”.
Giraudo también remarcó cómo se sale de esta situación y la paridad mostrada en la Zona B: “Tenemos que seguir trabajando, viniendo el martes a entrenar todos juntos y acostumbrarnos a la cancha para encontrar lo que nos falta. El grupo es muy parejo y si ganamos un par de partidos subimos a los puestos de arriba. Primero hay que clasificar y después ver qué nos depara el destino en el torneo”, finalizó el portero de La Palestina.
Otro de los integrantes de equipo villanovense que se mostró crítico fue Leandro Márquez, que dijo: “Fue importante sumar por lo menos un punto, en un encuentro que ya estaba casi perdido, nos encontramos con el empate y eso se destaca”. “Tuvimos una mala tarde y por suerte no perdimos, pero tenemos que mejorar en todo. Además, contamos con varias bajas que serán importante en su regreso”, sentenció el hermano del entrenador.
Mientras, en la vereda rival, por el lado albirrojo, la bronca radicaba en el desenlace final, que terminó siendo fatal para Nicolás Oro y para todo Alumni.
En el análisis de lo ocurrido, el entrenador Gustavo Miranda manifestó el dolor del triunfo que no pudo ser: “Nos da mucha bronca el desenlace del partido, con un empate sobre la hora por un doble error nuestro; nos faltó la tranquilidad para mantener la mínima diferencia que habíamos sacado. La verdad, tengo una amargura muy grande porque era una victoria bien merecida”.
El DT del visitante también mostró su descontento con la actuación del juez del partido: “Yo creo que el único arbitro que puede venir a este tipo de encuentros es José Martínez, a pesar de que yo tengo alguna diferencia con él. Porque vimos jugadas graves en donde no importaba si se lesionaba a un colega. Creo que Martínez es el único que se hace respetar, que tiene autoridad, con él hay muchas situaciones que no pasan. Pero no justifico el resultado en la actuación del árbitro”, cerró contundentemente Miranda.
Por último, Federico Depetris, autor del gol en Alumni, también expresó su pensamiento a cerca del pleito disputado en la “Leonera”. “Salió un partido muy trabado y luchado en la primera etapa, pero en el complemento ellos se adelantaron un poco y nosotros encontramos espacios para complicar y sacar diferencias. Pero en realidad salió muy peleado y cuando creíamos que ya estaba el triunfo, llegó esa jugada con mala suerte y nos fuimos con un empate”.
A cerca del gol, el delantero comentó. “Fue un pase largo desde zona defensiva de mi hermano (Facundo Depetris), yo le gané la espalda al defensor y me quedó picando para definir de primera al fondo de la red, pero lo importante era la victoria y no la pudimos conseguir”, finalizó con un dejo de tristeza Depetris.
El dato
Cerca de 30 minutos estuvieron los jugadores de Alem reunidos en el vestuario local, intercambiando opiniones y pensamientos subidos de tono. El descontento por lo que viene sucediendo en los últimos partidos, generó un fuerte malestar en el seno del plantel, que entregó fuertes discusiones tras el clásico.
Más tarde
El clásico empezó mal en horario. Es que lo que estaba programado para las 16.15, curiosamente se estiró más de lo debido. A esa hora recién entró a la cancha el árbitro Maximiliano Stevenot, que dio inicio el partido cerca de las 16.30, es decir, 15 minutos después de lo que se estipula.
Seguridad
El operativo de seguridad surtió efecto fuera del estadio, ya que la gente de Alumni y de Alem estuvo bien dividida. Luego los efectivos policiales se quedaron para organizar el tránsito en la salida.
