En los últimos años, la penetración de las nuevas tecnologías en la cotidianeidad de los adolescentes instaló una creencia popular de que, debido a esta tendencia, los jóvenes se han alejado cada vez más del papel, ya sea para la lectura de diarios o libros.

Pero, contrariamente a esto, en Villa María los adolescentes leen más. Al menos así lo aseguraron desde tres de las más importantes librerías de la ciudad, que coincidieron al momento de posicionar a las sagas del género fantasy como las responsables de derribar ese mito. Este género, que combina mitología, terror, misterio y romance, tuvo un antes y un después de la aparición de Harry Potter.

“Hace más o menos un año que notamos que los jóvenes de unos 16 años en adelante se vuelcan más a la lectura”, aseguraron desde Amelié Libros y Café. “Se nota que es algo alimentado por la televisión, buscan libros de series que se emiten actualmente o de películas, pero siempre son sagas y de ciencia ficción”, ampliaron desde la librería ubicada en Entre Ríos 1058.

Gustavo Caleri, de Librelibro, escarba un poco más en el inicio de esta tendencia: “Sin dudas que el adolecente está leyendo mucho más. Este target antes no existía, se ha abierto un género nuevo enfocado a ese tipo de literatura. El género fantasy está destinado a ese tipo de lectores adolecentes en su gran mayoría”.

Caleri destaca que las sagas generalmente son de entre tres a siete libros y explotan una beta “fantástica con ingredientes épicos y románticos”. Y con respecto a la relación entre la pantalla y el papel, la define como una “retroalimentación”: “Son libros que han tenido un correlato en el cine, pero no sé si eso los influencia directamente, porque muchos primero han leído los libros y después van a ver la película al cine”.

Desde Expolibro del Paseo de la Villa, Mari cree que en las escuelas se evidencia un cambio que es fundamental, porque “hay docentes que están trabajando con libros más actuales y no tanto con los clásicos” y al respecto confesó: “A fin de año, felicité a las maestras del primario y secundario porque los chicos están leyendo más y nosotros lo notamos mucho; se acercan a buscar los libros de las mismas colecciones que les hacen leer en clases”. 

“Si bien es cierto que este cambio empezó a notarse con Harry Potter, enseguida le siguieron otras de mucho éxito como Juegos del Hambre y Crepúsculo”, remarcó Caleri. 

Según mencionaron desde las librerías consultadas, otros títulos de los más buscados entre los jóvenes villamarienses son Cazadores de Sombras (de Cassandra Clare), Percy Jackson y los Dioses del Olimpo (Rick Riordan), Divergente (Verónica Roth) y Hush, Hush (Becca Fitzpatrick), entre otros tantos títulos que colman las estanterías.

Caleri explica que “en su mayoría son autores extranjeros, pero hay algunos argentinos que están teniendo mucho éxito también, como la mendocina Liliana Bodoc (autora de La Saga de los Confines), que logró entrar en ese circuito”.

 

Los grandes no cambian

 

El gusto literario entre los mayores de la ciudad no ha variado demasiado, aseguraron los libreros consultados. Pero además, también están muy influenciados por lo que reflejan los medios de comunicación.

“Lo que se vende relacionado a política o economía es más que nada lo que se habla en la televisión”, contaron desde Amelié.

Gustavo Caleri nota que “se está leyendo mucho sobre historia reciente y política actual, pero también hubo un gran alza con lo que son las biografías de políticos, como el de la presidenta”.

En Expolibro son muy vendidas las obras de referentes periodísticos “o muy a favor del Gobierno o muy en contra”, remarcaron, “como los que escribe Lanata o Sandra Russo”.

“Las mujeres, como desde hace mucho tiempo, vienen a buscar mucho lo que son novelas clásicas, románticas y ahora también las eróticas”, detallaron desde Amelié y coincidieron en Expolibro, y completaron: “Son muy buscadas autoras como Viviana Rivero o Gloria Casaña”.

Además, no dejan de ser siempre muy buscados aquellos clásicos libros de astrología como Horangel o el horóscopo Chino de Ludovica Squirru.