La Sociedad Rural de Pozo del Molle, con el INTA Villa María, profesionales e instituciones educativas técnicas, dieron por finalizado el curso de Tambero Profesional con gran satisfacción, no sólo por la cantidad de concurrentes sino por la calidad de los mismos, por el compromiso demostrado en los tres meses de duración, con el trabajo y su profesionalización y, primordialmente, con el sector lechero, generador de innumerables fuentes de trabajo, motores de la economía regional.
Destacando que las técnicas de proceso son indispensables como base para las prácticas de buen manejo.
Además, fue recibido de muy buen grado el módulo dedicado a la administración de ingresos y egresos de la familia tambera, contando con un plan de gastos y ahorros que permitan mejorar la calidad de vida, destacando al finalizar “siempre hay que pensar en disfrutar y mejorar la calidad de vida a partir del esfuerzo y el fruto de nuestro trabajo”.
Más de 50 participantes, de todas las edades y de ambos sexos, recibieron su certificado y los organizadores no se despidieron del grupo, sólo cerraron una etapa de capacitación abriendo otra de intercomunicación y trabajo en equipo.
Uno de los profesionales que hicieron entrega de los certificados, el ingeniero Juan Carlos Rossetto expresó: "Finaliza una etapa de adquirir saberes, llega el momento de aplicarlos, y es para beneficio personal y social, porque el trabajo anónimo de los tamberos da vida a una parte del país que ve y obra de otra manera, de manera de mirar el beneficio del conjunto, de la región, y hace mejorar a este país, donde muchas veces gana el individualismo. Lo que genera la lechería es progreso, es trabajo, es crecimiento.

@ Opinión profesional

El ingeniero Carlos Molina (capacitador en el curso) dialogó con El Diario Rural destacando: "La capacitación es fundamental y los cursos han sido buenos en sí por la gran participación de los asistentes".
"El tambero trabaja con tecnología y hay que conocer la correcta aplicación de la ella, porque hoy los lecheros están muy bombardeados con tecnología de insumos, y en realidad para que esta tecnología tenga buena respuesta, se necesita tecnología de proceso", agregó.
"Se puede crecer con la producción lechera muchísimo, ya que la capacitación genera crecimiento humano, laboral y productivo, con tecnología de proceso", cerró.
En tanto, Sergio Dequino, capacitador del curso y titular del INTA Villa María, nos dijo: "El eje de la capacitación, fue que el tambero mediero tome conciencia de la importancia que tiene su trabajo en la cadena productiva, y siendo mediero, siempre trabajó como prestador de servicio, en general, son empresas familiares, que no están aislados dentro de la empresa lechera, y deben aprovechar toda la tecnología y capacitación que apuesta al sector".
"Más allá de los temas técnicos específicos del tambo, se apostó a que todo esto tenga un espíritu humano que apueste al trabajo en equipo. Fue un trabajo inter-institucional muy importante, un trabajo hormiga con muy buenos resultados". concluyó.