El caso de un trabajador municipal que demandó a la comuna por la falta de pago de horas adicionales en 2011 volvió a reactivarse, esta vez, nuevamente con resultado adverso para el municipio villamariense.
Es que luego de que la Justicia hiciera lugar al reclamo del agente Angel Daniel Moncada, que impulsó una acción judicial por la falta de pago de horas adicionales, el peso de la ley volvió a recaer sobre la Municipalidad.
En una curiosa situación legal, el municipio deberá repetir el pago a Moncada que sostuvo la demanda fundamentando su postura en que el planteo de pago había sido a destiempo o extemporáneo.
Vale destacar que el amparista percibió el importe de los adicionales atrasados dos años después de finalizado el primer proceso judicial (la sentencia del caso data de marzo de 2011).
En esta oportunidad, del erario público deberán destinarse 27.676,73 pesos para afrontar lo solicitado por el demandante.
En los considerandos de la orden de pago, donde se pueden apreciar detalles del entrevero judicial, los tribunos José Naselli y Gustavo Maristany indican que la aprobación para solventar los costos del traspié oficial en Tribunales, “surge únicamente de la existencia de una resolución judicial que ordena el pago, y el hecho de que una demora puede traer mayores perjuicios a la comuna”.
“Si bien estos tribunos no han tenido acceso al expediente en forma completa, de la información recibida se advierte algo insólito: la comuna estaría pagando por segunda vez una suma de dinero por el mismo concepto. Ello en virtud de una “praxis” profesional cuestionable”, remarcaron los vocales.
Apuntando al intendente, Naselli y Maristany enfatizaron que “ha recibido varias solicitudes de informes, respecto a una gestión profesional en asuntos judiciales, que en múltiples oportunidades, termina agravando la situación del erario público, con abultadas condenas que, de haberse obrado con mejor criterio, podrían haberse evitado, o por lo menos amortiguado en su impacto económico”.
“Sin embargo, como es ya habitual, usted ha respondido siempre con un llamativo silencio. Es nuestro deber y atribución recordarle que es el administrador de los dineros de los vecinos y toda praxis incorrecta, inoportuna o inconveniente, significa un perjuicio para el erario”, subrayaron.
“Ante su desinterés por esta repetitiva situación, venimos a deslindar responsabilidades, ya que como tribunos simplemente tenemos un mandato de control, pero no podemos tomar decisiones que sólo le competen al intendente”, concluyeron los integrantes del Tribunal de Cuentas.