La intendenta Carolina Jara explicó que la gravedad de los daños provocados por la crecida histórica del río Ctalamochita dejó el saldo de cuatro casas derrumbadas. Cuatro familias que debieron mudarse. Desde el municipio y con aportes del Gobierno provincial llevan adelante la reconstrucción.
Además, la jefa comunal dijo que “por el deterioro que provocaron las aguas” derivadas también desde los campos y por las incipientes lluvias “la altura de las napas” llevó al derrumbe o a la situación de tener que tirar abajo esas viviendas.
En el mismo sentido, dio a conocer que están abocados en reconstruir los accesos, “se está trabajando en la ruta, en entubar” la misma y caminos, porque, vale recordar, la población estuvo totalmente aislada por 48 horas y luego se implementaron las salidas controladas a través de un transporte oficial, ya que la vía estuvo anegada por al menos 15 días. “El problema comenzó el 16 de febrero”, confirmó Jara, o sea, justo ayer dos meses.
Precisó que las familias que perdieron sus hogares se encuentran en casas de familiares en la localidad o en otras poblaciones, mientras que dos de ellas están en plena tarea de levantar nuevamente sus viviendas.
Por otra parte, mencionó y agradeció el asesoramiento brindado por el intendente de Morrison, Jorge Cura, además de su par de Ballesteros, Orlando Brusa, con quien unieron esfuerzos para paliar la situación que afectó a ambos municipios. “Cura nos asesoró y acercó a los programas del Gobierno nacional para poder llevar respuestas y tranquilidad a la gente, además del trabajo conjunto que hacemos, ya que integramos (junto a Brusa) el Consorcio Canalero”.
Tras el convenio firmado ayer en la Municipalidad de Villa María entre el Ministerio de Agricultura de la Nación y el Eninder, Jara mostró satisfacción porque se suman fondos para enfrentar los inconvenientes y poder reparar los caminos rurales.