El filme documental “Humano”, que trata sobre la espiritualidad andina, será estrenado hoy en el Espacio INCAA.
La función que tendrá desarrollo en el Centro Cultural Comunitario "Leonardo Favio" a las 21.30 será repetida el domingo a la misma hora.
“Humano”, opera prima del director y guionista Alan Stivelman que narra de forma autorreferencial su viaje por los Andes en la búsqueda de las razones de su existencia y la verdad sobre el origen del hombre, se estrenó a nivel global en Internet el año pasado.
La cinta de Stivelman narra el viaje a los Andes de un joven que, en la profundidad de las montañas, se propone hallar las razones de su existencia y la verdad sobre el origen del hombre.
Esta aventura intensa e introspectiva, que incluye 200 preguntas y un recorrido en busca de la propia identidad, participó en los festivales de cine de Varsovia y Mar del Plata.
El director y protagonista del filme tenía 25 años cuando emprendió este periplo íntimo y espiritual, que surgió como una necesidad al no encontrar las razones de su existencia ni el porqué de la vida, y lo hizo equipado únicamente con una cámara y un cuaderno en el que llevaba una enorme cantidad de preguntas sin respuestas.
A través de la mirada de Plácido, un paqo (“sacerdote”) andino, se le revelará al director la existencia de un mundo invisible -que convive a diario con el visible- mientras experimenta en carne propia los rituales, las dificultades físicas provocadas por la altura del altiplano y la belleza áspera del paisaje.
Stivelman desea descubrir el origen del ser humano en la Tierra, pero para ello descubre que antes es necesario que aprenda a ser humano: rituales, iniciaciones y nuevas estructuras le serán dadas como “llaves” para romper y ampliar su consciencia.
“‘Este viaje fue impulsado por tus ancestros’, fue la respuesta que obtuve cuando pregunté por qué los Andes eran el lugar para descifrar mis preguntas. ‘Humano’ es la búsqueda de las verdades. Es el camino del ser humano. El viaje interior para encontrarse a uno mismo”, explicó Stivelman.
Y añadió: “En la película aprendí lo que es ser humano y hoy quiero compartirlo con la mayor cantidad de personas posible”.
En ese sentido, el realizador añadió que su guía le repetía que “hay verdades que suelen ser muy incómodas” y, a partir de esa frase, comenzó a preguntarse: “¿Estaba preparado para incomodarme?”
“Muchas veces experimenté esa sensación. Nadie quiere oír cosas que generan fuertes cambios en su estructura mental. Eso es el chamanismo, eso es los Andes, una forma de reestructurar la propia identidad”, manifestó.
“Humano” es una película documental filmada en los Andes, que narra un viaje que muestra con certezas, conceptos y sutilezas qué es el ser humano, además de presentar la idea filosófica de que la condición humana es un estado que recién es alcanzado cuando una persona toma plena consciencia de su propia realidad e identidad.
El documental toma la forma de un viaje que es impulsado por 200 preguntas de un joven que terminarán poniendo al descubierto un mundo desconocido tanto por él como por la humanidad en general, ya que el verdadero origen del hombre y qué es lo humano hoy siguen siendo un misterio.
“La película se hizo con mucho respeto por la Tierra, los ancestros y los humanos. Hoy lo puedo ver así. El viaje y todo lo que experimenté fue inconsciente”, escribió Stivelman y añadió: “Hubo por lo menos dos oportunidades durante el viaje en las que pensé que me iba a morir”.
“En el documental intenté retratar lo más fielmente posible lo que me transmitían los Andes y toda su gente. La paz que emana cada sitio, la transparencia en la mirada de las personas, cómo resaltan los colores en las alturas. Todo se agudiza estando ahí, nada pasa desapercibido, todo se ve”, describió.
Según recuerda el director, el viaje comenzó en su interior luego de conocer a Plácido en Buenos Aires, cuando llegó a promover unos viajes místicos en Perú e impartió una charla sobre cosmovisión andina y como Los Andes eran el eje de sus investigaciones, decidió ir sin dudar un instante.
“A simple vista, me pareció una persona muy llana y directa, con mucha sabiduría en sus palabras. Me intrigó todo lo que mencionó en aquella oportunidad, las anécdotas, su filosofía, las fotografías de su pueblo natal. Todo me era familiar”, recordó.
El cineasta abundó que “a partir de ese encuentro, me despertó mucha curiosidad la espiritualidad andina. Yo, hasta ese entonces, estaba muy centrado en los misterios arqueológicos y filológicos de los Andes. Luego de un año de espera, decidí viajar y encontrarme con él. Allí comenzó la aventura humana”.