Con la excelente organización de Bomberos Voluntarios, el auspicio municipal, más la elogiable ayuda de instituciones y particulares se desarrollaron entre el viernes y sábado las dos noches del “Carnaval 2009”, donde la masiva presencia popular certificó las bondades de esta fiesta en el devenir temporal.
Más de seis mil quinientas personas en total brindaron respuesta afirmativa a la convocatoria, que en el dotado paseo central de plaza “Santa Teresa” congregó a participantes deseosos de pasar momentos agradables y de lógica expansión anímica. El tiempo, inmejorable en sus condiciones, acompañó perfectamente el transcurrir del evento festivo, permitiendo concretar el plan organizativo sin complicaciones; destacándose además el comportamiento de la multitud de asistentes, acompañados por un dispositivo de seguridad policial sin fallas y elogiable en todo aspecto.

s Atracciones

A las ya reconocidas aptitudes de la comparsa “Saudades” y banda “Morotí Cambá” (con más de 20 años de trayectoria), también se agregó el despliegue y belleza integral de la otra agrupación local “Yema Ya” y banda “Babalú Aye”, que con una formación más reciente mostró un protagonismo impecable y aplaudido en todo su desarrollo.
Las carrozas en general estuvieron muy bien presentadas, con contenido especial en sus estructuras de material y factor humano actuante, conformando un cuadro de singular valor estético y aplaudido reiteradamente por la concurrencia. Desde el palco de transmisión, Diego Del Val y Daniel Cerutti se encargaron de describir y aportar motivación a cada uno de los pasajes del tradicional homenaje al Rey Momo.
El sorteo gratuito del automóvil favoreció nuevamente a gente de Pozo del Molle, que asistió masivamente al espectáculo carnestolendo; asimismo habitantes de otras localidades regionales, que revalidaron con su presencia la condición de esta convocatoria popular playosense.
El consumo de comestibles y uso de “nieve loca” fueron otros factores determinantes de una recaudación bastante apreciable en la sumatoria del “borderó” final.
Quedó así una vez más efectivizado un trabajo donde la voluntad, criterio organizativo e imaginación se conjugaron para confirmar en el acontecer del tiempo la realidad del viejo eslogan de los años ‘60, impuesto en toda la región y que enfatiza: “La Playosa se pasa, con los carnavales en la plaza”.