El padre de una adolescente notó que el permiso que le pedía su hija no encajaba con los cánones habituales de salidas nocturnas. “¿Cómo que una fiesta privada? ¿Adónde? ¿En un galpón?”, fueron algunas de las preguntas que hizo el padre a la menor.
Como entendió que así no son las cosas, decidió denunciar el lugar en Seguridad Ciudadana y por esa razón, durante las primeras horas del sábado llegó un móvil al galpón ubicado en Puerto Rico 2100 -a metros del Mercado de Abasto- donde encontraron la fiesta clandestina.
“Todo era totalmente trucho”, explicó Valeria Suárez, titular de Inspectoría General de la Municipalidad.
En diálogo con EL DIARIO, la funcionaria precisó que a las 2 ya había unos 100 chicos, varios de ellos, borrachos.
“Hacen la convocatoria por Facebook y se garantizan la concurrencia promocionando las fiestas por escuelas”, explicó.
Hasta el momento, tuvo conocimiento de dos festejos dirigidos a grupos estudiantiles de dos instituciones educativas. En ambos casos se trata de escuelas privadas con un gran número de alumnos, por lo que se garantizaban la afluencia de público. “Nosotros llegamos a las 2 y ya había 100 chicos, imagino que más tarde llegarían más”, agregó.
El lugar
Según relató Suárez, el galpón fue acondicionado para el festejo con luces de colores, disc jockey y una barra donde vendían tragos. También cobraban entrada.
“La clausura fue por varias razones. En primer lugar, pedimos apoyo de la Policía para actuar con los chicos que estaban alcoholizados. Los agentes hicieron el test y a los menores que les daba positivo los llevaron ser retirados por sus padres”, dijo.
Pero, además, el lugar no contaba con las medidas de seguridad mínimas para el funcionamiento de un boliche. “No tenían nada, era todo trucho”, reiteró.
La persona que los atendió era un joven de apellido Felipe, quien no presentó ninguna documentación en ese momento que acreditara ser el titular del espacio.
Al ser consultada sobre la existencia de otros sitios similares donde se realicen “fiestas privadas”, la funcionaria dijo que no conocía ningún otro caso dentro del ejido urbano.
“Es importante que tanto los padres como los vecinos denuncien en la Municipalidad. Porque si uno recorre la ciudad y de día son casas de familias o galpones de depósito, no podés saber que allí funcionan las fiestas truchas; es importante que denuncien”, remarcó.
Los que tengan que denunciar pueden hacerlo a la oficina 214-215, ubicada en el segundo piso del Palacio Municipal, de lunes a viernes, de 8 a 14. También se puede llamar al teléfono 4533343, interno 214-215.