Escribe: Juan Manuel Gorno
Según desde la óptica que se mire, hay empates que se toman bien o mal, aunque el registrado ayer, en cancha de Atlético Ticino, no deja signos de disgusto en el local ni en Colón de Arroyo Cabral.
El 2 a 2 final configuró un buen partido entre el puntero y el último de la Zona B. Y si bien esa distancia en la tabla señalaba como amplio favorito a Atlético Ticino, hubo un Colón dispuesto a defender su histórica bandera con sacrificio y, por lo tanto, se dio un encuentro interesante que no terminó en triunfo del visitante porque el local, aun sin exponer lo mejor de sí, tiene el poder ofensivo suficiente para defender su invicto.
A decir verdad, si bien Colón estuvo a ocho minutos de dar el gran golpe de la fecha, el último campeón justificó el resultado y hasta pudo haberlo ganado en el tramo final. Entonces fue un empate de salvación, ni más ni menos.
El conjunto conducido por Germán Vicario, que lleva más de 10 partidos sin perder en su cancha, juega con tanto conocimiento de su potencial que apenas arrancó el partido quedó a tiro del gol, pero Emanuel Coria le pegó cruzado y afuera.
No obstante, sostenido por la experiencia de sus hombres de defensa, Colón propuso un golpe por golpe interesante desde la sociedad -en tres cuartos de cancha- de Maximiliano Theiler e Ignacio Bomprezzi, quien a los dos minutos dejó solo a José Navarro con un pase elevado y éste batió a Diego Fantino, pero Mauricio Savino salvó en la línea.
Semejante panorama de inicio presagiaba un partido con goles, aunque Atlético careció de precisión para pegar primero, sobre todo cuando puso la pelota al piso y atacó con toques pulcros entre Joel Manzanares, Emanuel Coria y Gonzalo Bértola, que desnudaban los problemas de recuperación en la mitad de cancha en el equipo dirigido por Martín Conti.
Una joyita
Cuando pudo controlar la pelota, Colón supo trabajar acertadamente tras las espaldas de Manzanares, pero se puso arriba del marcador por una acción individual notable: a pura gambeta y osadía, el pibe Bomprezzi encaró y pasó a los centrales de Atlético, enfrentó a Fantino y resolvió con un tiro preciso, al lado del palo derecho del portero.
La alegría duró un suspiro, ya que dos minutos después, Atlético respondió con la aparición de su mejor hombre, Gonzalo Bértola, quien le puso la cabeza a un centro bien ejecutado por Elías Acosta, luego de una destacada maniobra colectiva del conjunto de Vicario.
No era casualidad la aparición de Acosta, por el contrario, Atlético se encargó de exhibir su fútbol ofensivo con la subida de los laterales y a veces de los centrales. Y cuando no, se aferra a la sapiencia de Juan Bianchi para limpiar el juego desde el centro del campo.
Con el oficio de Patricio Luna y Pablo Alvarez, Colón debió aguantar esa embestida del local para después salir de contragolpe. Y por esta vía sorprendió cuando, tras un pase largo, Juan Peretti le ganó en el mano a mano a Savino, encaró hacia Fantino y rubricó el 2-1 (luego de un tiro y un rebote), a los 22 minutos de partido.
Atlético no volvió a tener la misma respuesta que antes, más allá de que estuvo cerca de empatar antes del final de la etapa, con un remate de Diego Marín que pegó en el travesaño.
De todas maneras, el último campeón parece haber encontrado la madurez que Colón, en plena etapa de transición, recién está buscando. Y es por ello que el puntero fue un canto de paciencia y juego que, minuto a minuto, anunció el empate en todo el segundo tiempo.
Conti, desde el banco del visitante, entendió que había que neutralizar esa búsqueda rival con mayor orden defensivo, como así también advirtió de la falta de marcación que tuvo por el costado izquierdo con Gustavo Cardona, un símbolo rojinegro en la puerta del ocaso, quien debió salir a los ocho minutos porque Manzanares se convertía en pesadilla.
Los cierres del “Pato” Luna y Alvarez, los manotazos de Tissera (a pesar de que abusó de los puñetazos, en lugar de atrapar el balón), la enjundia de Abate Daga y el corazón de Navarro sostenían el sueño de Colón por ganar en una cancha donde muy pocos se llevaron algo en los últimos tiempos.
Otra historia era la falta de puntería de Atlético, que estuvo cerca con un cabezazo desviado de Damiani y un remate de Coria. Pero a los 36 m, ante tanta insistencia del local, Alvarez calculó mal en un cierre y tocó la pelota con la mano. El árbitro Flavio Monje cobró penal y echó al defensor. El resto fue de Bértola, que puso el 2 a 2 desde los 12 pasos y blindó el invicto del Atlético.
Al final, el puntero estuvo cerca de ganarlo, pero la pelota salió pegada al palo tras un taco de Santunione, en cierre emotivo de un buen partido que fue reconocido por aplausos en ambas parcialidades.
La figura
Gonzalo Bértola
Siempre peligroso, el 10 de Atlético Ticino encabezó ataques con precisión. Marcó el primer tanto con una aparición furtiva y luego redondeó su buena tarde anotando el segundo, de penal. En Colón, muy bien los centrales en gran parte del encuentro.
El árbitro
Flavio Monje
El cordobés cometió varios errores. Entre lo más importante, no echó a Conti con roja directa y apenas lo amonestó por una patada tremenda desde atrás, en el primer tiempo. Tampoco penó con una tarjeta un golpe de Coria a Abate Daga. Acertó en el penal.