“Esto ya es un asco”, definió, tajante, una de las vecinas de la calle Müller al 500 mientras señalaba el río de aguas servidas que corre por la cuadra lindando el cordón de la vereda.
Varios vecinos de este sector del barrio Güemes manifestaron su descontento por la constante salida a la calle de líquidos cloacales que se produce por un caño que pertenece a un complejo de departamentos ubicados al 551 de esa arteria y que, lógicamente, genera un olor insoportable.
Una de las cosas más llamativas de esta situación es que no es nueva, sino que este medio ya había dado cuenta de este inconveniente en diciembre de 2012. Poco menos de un año y medio después, el panorama no cambió demasiado. “Hace más de un año que estamos así, por períodos fue intermitente, pero en el último mes ya es insoportable la cantidad de agua que sale y el olor que larga”, contó Rubén.
Los vecinos comentaron que intentaron por varios medios buscarle una solución al problema, pero que no han tenido respuestas positivas.
“Llamamos a la Municipalidad y vienen de Seguridad Ciudadana, hacen un acta y se van; fuimos a la Cooperativa de Agua y dicen que ellos no tienen ninguna responsabilidad sobre eso; me comuniqué con Atención al Vecino y tampoco dieron soluciones; Obras Sanitarias te dice que esto es privado, entonces no se pueden meter”, enumeró Rubén.
Según pudieron averiguar los propios vecinos con los inquilinos del complejo de 24 departamentos, ya se les han realizado varias multas “según me dijeron, de unos tres mil pesos, pero les sale más barato pagarlos que solucionar el problema”, explicaron.
Tampoco prosperaron los intentos de dar con el dueño del edificio, puesto que la inmobiliaria encargada del alquiler de los espacios no les brinda esa información, “pero tampoco se hace cargo del olor”.
Más allá de la cantidad de agua que sale por el caño, “que por las noches, cuando se baña más gente, es mucho mayor”, al ser prácticamente constante el agua con desperdicios y emanadora de un olor putrefacto se transforma en una especie de río que va más allá de los límites de la cuadra, cruza la calle Salta y llega hasta La Rioja, afectando también a los frentistas de la otra manzana.
Los vecinos recordaron también que unos meses atrás la situación era peor aún, “porque los desperdicios no sólo salían por la cañería, sino también de la tapa de la cámara séptica del complejo”.
“Ya no sabemos qué hacer, si recurrimos a todas las vías correctas y oficiales para hacer este tipo de reclamos y no tuvimos respuesta, ¿qué nos queda?”, planteó la vecina, y fue más allá: “Esto fue habilitado, entonces alguien tiene que hacerse responsable, porque el caño es el mismo que tenía cuando acá había una casa y hoy lo usan 24 departamentos”.
“El olor es insoportable y en verano fue mucho peor, no podemos tener la puerta de la calle abierta porque se llena de olor la casa, entrás el auto al garaje y tenés el olor en tu casa también”, se quejó Rubén, quien además contó que hace un tiempo atrás llamaron a una persona para que destape las cloacas “con un alambrito” y que la solución fue temporal. También indicó que “hace bastante tiempo vino un camión de la Cooperativa con una manguera, pero tampoco duró”.
Casi con resignación, concluyeron: “Mientras sigan pagando las multas que les hacen, no van a tener problemas, pero nosotros ya no podemos aguantar el olor que genera esta agua”.
