“Esto no ha funcionado como empresa. No he participado en las decisiones, no me invitaron nunca a una reunión de Directorio y no presentaron ningún balance.”
Las palabras salieron de boca del síndico de la Empresa Municipal de Transporte Urbano de Pasajeros Sociedad del Estado (Emtupse), Jorge Grasso.
El contador habló con EL DIARIO sobre su continuidad en la Sindicatura de la empresa estatal, que ocupa desde sus comienzos, una designación que levantó una polémica, ya que fue propuesto por uno de los bloques opositores (Frente Cívico y Social) y no contó con el aval de la Democracia Cristiana.
“La Emtupse funcionó como una sociedad irregular y no he podido dictaminar.”
Grasso pidió dejar claro que estas irregularidades son responsabilidad de los directores y no del síndico.
¿Por qué se quedó si no podía hacer su trabajo?, fue la pregunta.
“No soy una persona que a la primera adversidad me voy a ir. Quiero cumplir con mi función, auditar y revisar los balances 2004, 2005, 2006 y 2007. Quiero terminar mi trabajo... No quiero irme sin haber cumplido mi función”, aseguró.
¿El cargo es rentado?, segundo interrogante.
“Sí, habíamos pactado mil quinientos pesos por mes pero de los últimos cuatro años no sé si cobré un año...”
¿Cuánto cobran los directores?
“No puedo saberlo porque nunca presentaron los balances.”
¿Hizo una denuncia a la Justicia por la falta de asambleas y balances?
“No... pero lo informé en varias oportunidades, todos lo saben, el municipio, los concejales. He hablado con el Ejecutivo y siempre han sido promesas, ahora dicen que están terminando los balances y que van a estar en marzo. Cuando estén voy hacer mi trabajo, la auditoría y mi informe. Hasta hoy no he podido hacerlo y no soy yo el que está en falta. La obligación es de los directores.”
@Cuestiones políticas
El contador que llegó a ese cargo de la mano del radicalismo en 2004 y volvió a ser propuesto para continuar expresó que “no tiene compromisos con nadie y que su designación son cuestiones políticas” en las que no interviene.
“Esto es política y en política los espacios se ocupan. El Frente Cívico y Social no quiso resignar su espacio y se propuso mi persona para ocuparlo”, comentó a la hora de defender su postulación aún sin el consenso de la otra bancada opositora.
“La ordenanza no habla de que la primera minoría es la que elige. Nadie tiene el monopolio de la oposición y ellos son una oposición circunstancial, sabemos de donde vienen y se sabe adonde van”, dijo Grasso en referencia a la Democracia Cristiana.
¿No pensó en la dificultad de ser un síndico sin el consenso de las dos bancadas de la oposición?
“No todas las ordenanzas salen por consenso. Los bloques de la oposición tienen independencia de criterio. El señor (Eduardo) Accastello tuvo dos nombres y eligió uno. Yo me pregunto ¿si elegía el de ellos era válido y el mío no? Creo que como síndico no represento a la oposición, yo soy un técnico, con una función específica e independiente de donde provenga.”
¿Por qué sabiendo que su mandato estaba vencido no pidió su remplazo?
“Los cargos por más que estén vencidos hay que seguir estando. Nunca se hizo asamblea para tratar balances (porque no están) y nunca se hizo asamblea para renovar autoridades. Es más, la sociedad (por Emtupse) se terminó de regularizar a mediados del año pasado. Funcionó sin inscripción, como una sociedad irregular.”
¿Y las denuncias del Tribunal de Cuentas...?
“No he recibido nunca un informe del Tribunal de Cuentas. No voy a salir a contestar por los diarios. Lo menos que puedo pretender es que si necesitan algo me lo pidan.”
Grasso insistió, durante la nota, que no es responsable de las irregularidades que rondan a la empresa municipal presidida hoy por José Fernández y hasta hace pocos días por Juan Carlos Odriozzola.
Sobre los colectivos italianos reconoció que “fue un mal negocio” del Estado, que no servían para una ciudad como Villa María, que tenían un alto costo operativo y que se encuentran “desguasados”. “No tiene sentido gastar en esos colectivos.”
Durante la extensa charla con EL DIARIO comentó que “antes de aceptar” seguir en la Sindicatura lo consultó con las autoridades de la Unión Cívica Radical. “Hablé con (Puchi) Cohen y con (Ismael) Díaz y ellos me dieron la venia. Vamos a trabajar en forma coordinada con el tribuno (Francisco Maristany) y los concejales (Miguel Zandrino y Carlos Andrada).”
“No tengo compromiso político con nadie, voy a cumplir mi función con independencia y tengo la necesidad de hacer el trabajo que no pude hacer en estos cuatro años”, concluyó el profesional del radicalismo.
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