El último martes, a las 7 de la mañana, unas tres personas ya se encontraban haciendo cola en las afueras de las “Rosarinas”. Después de las 10, el número ya era mucho más importante, y a para las 13.30, la fila superaba las 40 personas.
A esa hora, el colegio abría la inscripción para el ciclo lectivo 2015 del jardín de infantes, en las salas de 3, 4 y 5 años.
No es el único que ya comenzó a inscribir, otros están en proceso de inscripción interna y hasta hay instituciones que ya tienen el cupo cubierto no sólo para el año próximo, sino también para 2016.
Para los padres, conseguir lugar en un centro educativo de Nivel Inicial es, año tras año, un trámite engorroso y lleno de incertidumbre. Inscribir o preinscribir al niño no asegura un lugar en el jardín. La situación se da, principalmente, en aquellas que cuentan también con Nivel Primario y secundario.
En las escuelas públicas, si bien la situación es distinta porque no se hacen preinscripciones con tanto tiempo de antelación, sí reconocen que el cupo que queda disponible a la comunidad luego de la inscripción interna es considerablemente bajo con respecto a la gran demanda que tienen.
Nunca alcanza
“Acá no hay más lugar, no sólo para el año que viene, sino tampoco para 2016”, aseguró Tomás, desde el Nivel Inicial del Mariano Moreno.
Desde la institución, que cuenta con una sala de 3 años, dos de 4 y dos de 5, informaron que en junio se les notificará a los padres si su hijo fue beneficiado con un cupo en el jardín. “Siempre se anota de más, porque esa gente que se anotó este año y que no va a tener un lugar queda directamente para 2016”, explicó.
En todas las instituciones, tienen distintas prioridades para el ingreso: los hermanos de aquellos que ya están cursando, hijos del personal y hasta hijos de exalumnos.
“Nosotros estamos haciendo ahora una inscripción condicional”, contó Amalia Boneto, directora de Nivel Inicial del colegio San Antonio. La directora detalló que se anota a todos los interesados, pero sólo para sala de 3, porque las otras se llenan con el alumnado que ya cursa, y reconoció que el cupo que queda “abierto a la comunidad” luego de que se confirmen los lugares de aquellos que tienen prioridad, “es realmente poco”. “Incluso hay gente anotada que hace dos años que no le toca un lugar”, añadió.
“En nuestro caso, los padres nos explican que esta demanda es porque somos una escuela religiosa y quieren esa formación para sus hijos, pero pasa mucho en las escuelas céntricas también”.
La directora el jardín del Trinitarios, Silvina Pérez, confirmó que en este momento se encuentran en período de inscripción interna y que el 26 de mayo se abren a la comunidad.
“Nosotros apenas sabemos los cupos que va a haber disponibles, sólo para la salita de 3, hacemos la convocatoria, y es por orden de llegada, para el resto se hace una lista de espera por si en la sala de 4 del año próximo aparece un lugar”, precisó.
“Tratamos de responder a la demanda de la comunidad, pero es muy grande y quedamos preocupados por la gente que queda afuera”, explicó la directora de la institución que tiene 540 alumnos en el Nivel Inicial.
“Siempre tenemos más demanda de la que podemos ofrecer”, admitió Beatriz Britos, directora del Jardín Dr. Antonio Sobral de la Biblioteca Bernardino Rivadavia.
Allí, sólo se inscribe para las salas de 2 y 3 años, posterior a la matriculación interna y se hace en octubre como lo hacen las escuelas públicas, de acuerdo al calendario del que estipula el Ministerio de Educación de la provincia. “El papá que quiera anotar al hijo a la sala de 3 o 4 lo atendemos, pero nos es casi imposible darle una vacante porque nuestro alumnado es muy estable”, comentó y se lamentó porque “la cantidad de gente que queda afuera excede nuestras posibilidades edilicias y humanas”.
Perderle el miedo a la escuela pública
“Nadie se queda sin lugar para ir a la sala de 4”, aseguró Andrea Olmedo, directora del Nivel Inicial del José Mármol.
“El tema es que los jardines que son céntricos tienen mucha más demanda y cuando se abre la inscripción al público queda poco cupo, pero todos los jardines, del barrio que sea, trabajan muy bien y ahí sí tienen lugar”, ratificó.
En ese sentido, Olmedo instó a los padres a “perderle el miedo a la escuela pública”, porque “en todos lados se trabaja con la misma lógica y hay lugares muy buenos en los barrios más alejados”.
“A nosotros, muchos padres nos preguntan para inscribir en 2016, pero las públicas sólo lo hacen en octubre y para el año siguiente”, afirmó Mónica, secretaria, del jardín del José Ingenieros, y definió como “impresionante” la demanda en relación a la oferta.