Los hechos que generaron la controversia se desataron en diciembre, cuando los docentes, de cuatro y ocho años de antigüedad, fueron despedidos sin causa a través de un telegrama firmado por Mariano Pérez, sacerdote de Oliva y representante legal del Instituto Sagrado Corazón de esa ciudad.

Donolatto y Rossi, acompañados por el letrado, se entrevistaron con el obispo planteándole, personalmente y con un escrito, que los despidos se fundaron en el rechazo a las insinuaciones de índole sexual que les realizaba el sacerdote.

Monseñor Jofré, al ser consultado por un periodista de este medio, dijo que le había solicitado pruebas a los docentes y que nunca se las presentaron.

Por esa razón, Chiarini respondió: “La prueba más abundante es la testimonial del cuerpo docente y de los alumnos de las últimas tres promociones. Además, se le presentó en la denuncia un escrito pormenorizado de la conducta atribuida al padre Pérez. El Obispado, al dejar al sacerdote al frente de la institución educativa, lo dejó en una situación de preeminencia respecto a los trabajadores del cuerpo docente, que tienen miedo de hablar, dado que necesitan imperiosamente el trabajo, razón por la cual, lo que esta parte reclama es que si ellos hubiesen tenido la firme voluntad de investigar como Iglesia, tendrían que haber separado al padre Pérez de dicho cargo y realizar todas las investigaciones en el ámbito de la propia institución, sumado a los alumnos y a las autoridades políticas de Oliva. Reitero, no es que Donolatto y Rossi hayan dicho vaguedades, han dado precisiones concretas sobre hechos y lugares y metodología en que consistió el acoso. Vaguedades dice el obispo cuando intenta deslindar responsabilidades diciendo que en Oliva hay baja moralidad.

En ningún momento pidió una nota por escrito, sino que le acompañen pruebas, mis representados dijeron que las acompañaban en ese ámbito eclesiástico, pero siempre y cuando el Obispado también se comprometa a investigar seriamente el hecho. Están iniciadas las acciones judiciales, en este momento se están diligenciado unas medidas preparatorias de vital importancia para la causa, que tiene las demoras lógicas del Tribunal. En ese reclamo se acompañará la totalidad de las pruebas que existen a favor de los trabajadores. Parece que la vaguedad proviene del propio Obispado, ya que hasta la fecha no han realizado acción alguna para llegar a la verdad real de los hechos y solamente han dejado pasar el tiempo e ir en contra de los preceptos del Papa Francisco respecto a este tipo de hechos. Me pregunto: ¿qué es lo más importante sino llegar al fondo de la verdad real de los hechos? Hoy Mariano Donolatto esta desocupado, perdió la tenencia de sus hijos, quienes se fueron a convivir con su madre ante la imposibilidad de asistirlos económicamente, está psicológicamente angustiado; Jorge Rossi también, porque entienden la injusticia de su situación y porque desde la misma Iglesia han actuado con vaguedad. La prueba será aportada en el proceso judicial, pero igualmente están avanzadas las tratativas para llevar a cabo una reunión con las máximas autoridades eclesiásticas de la Provincia, hecho que ocurriría la semana próxima. Mis representados van a llegar hasta las últimas consecuencias, porque la situación personal  lo amerita y porque la población de Oliva se lo merece”, concluyó.