El viernes por la noche se realizó el concierto de cierre del Quinto Encuentro de Generación XXI, en el Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio.
Ante un buen marco de público, se puso en sintonía el candor contagioso de las nuevas voces de la canción folclórica con la sabiduría regada en maduros versos de los artistas consagrados.
Sobre el mismo escenario, y en el marco de un ambiente más ligado a la confraternidad peñera que a la prolijidad de una grilla festivalera, fueron desfilando los valores jóvenes como Motta Luna, Paola Bernal, Juan Iñaki y el ovacionado José Luis Aguirre.
Para luego dar espacio a la histriónica cantora Suna Rocha, toda una institución en la interpretación popular.
El epílogo fue destinado a un sencillo homenaje al histórico Vitillo Avalos, quien fuera la gran figura invitada al encuentro (vale señalar que Peteco Carabajal no pudo asistir).
Vitillo, quien adelantó que el próximo miércoles cumplirá nada menos que 92 años, agradeció a la vida (a través del tema de Violeta Parra), pidió que “nunca se apague el fogón criollo”) y fundamentó mediante anécdotas del hermanamiento musical que existe desde México hacia el sur, a pesar de las diferencias que existen entre cada región, incluso dentro de cada país. “En 1940 llevé para tocar un bombo en Mendoza. Me preguntaron qué era eso”, indicó entre risas.
Acomodado bajo el brazo su instrumento predilecto, Vitillo improvisó un set de percusión con Bernal y luego, con todo el elenco a pleno, interpretó su tema autobiográfico “Nostalgias santiagueñas”.
En un pasaje previo, el organizador del evento José Ceña agradeció a la UNVM y al municipio, por ayudar a “conservar la memoria de la poesía y la música popular argentina”.