"Harto ya de estar harto, ya me cansé", supo cantar Serrat en uno de sus recordados éxitos de los años ‘70. Y a Patricia Pennisi le sucedió algo parecido, sólo que en su caso se hartó de ir a Tribunales para reclamar que se haga justicia.
Es que, en horas de la madrugada del 13 de octubre del año pasado, su hija Abi, de 15 años, fue literalmente arrojada por una de las escaleras de acceso a la confitería bailable Jet-Set por uno de los "patovicas" que custodiaba el lugar.
Al parecer, previo al incidente el guardia de seguridad discutió con un hombre que se encontraba en estado de ebriedad, tras lo cual lo tomó por el cuello y lo arrojó escaleras abajo, para luego hacer lo propio con la menor, a quien agarró de los cabellos.
La jovencita resultó con un hematoma en el ojo izquierdo y varios golpes en la región costal del mismo flanco, además de pelarse las rodillas y sufrir raspones en ambos brazos.
La brutal agresión fue denunciada esa misma mañana en sede policial, pero hasta el día de hoy la Fiscalía donde está radicada la causa no avanzó nada en el proceso penal. Y no sólo que aún no se imputó a nadie, sino que ni siquiera se identificó al violento custodio.
Patricia relató que, de arranque nomás, tuvo que bregar incansablemente para lograr que el sumario policial "apareciera" en el Palacio de Justicia, ya que durante casi 20 días anduvo de aquí para allá sin saber su destino.
El expediente fue "encontrado" recién en los primeros días de noviembre, luego que la mujer exigiera que lo buscaran en la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno, dependencia judicial que está a cargo de Gustavo Atienza.
A partir de entonces comenzó otro peregrinar de la mamá de Abi, ya que pese a sus reiterados pedidos de que se agilizara la causa, hasta el momento todo está prácticamente paralizado. Sólo declararon la adolescente (lo hizo dos veces, la segunda aportando más detalles) y Patricia.
Al visitar ayer la Redacción de EL DIARIO para hacer público su reclamo, Pennisi refirió que el secretario Guillermo Picco le informó que todavía no habían citado a nadie, pese a que hay una lista de 10 personas entre las cuales está el autor del hecho.
"Si yo no les digo el nombre y el apellido de quien agredió a mi hija, no lo van a citar a declarar jamás", se quejó la mujer, y agregó: "Voy a tener que investigar por mi cuenta, cuando deberían ser ellos (los funcionarios judiciales) quienes convoquen a los empleados de seguridad que trabajaron aquella noche en Jet-Set para que mi hija identifique al autor del hecho".
Patricia añadió que "así va pasando el tiempo, y si yo no soy persistente, la causa va a terminar prescribiendo... pero por las dudas los voy a seguir molestando".
Indignada, la madre de la menor agredida se preguntó: "Si hubiese sido la hija de Picco o de Atienza a quien tiraron por la escalera, ¿todavía estarían sin encontrar al agresor?".
Finalmente, Pennisi adelantó que "si es necesario, voy a escracharlos (a los funcionarios) frente a Tribunales", aunque dijo que espera que su abogado, Marcelo Martín Silvano, "logre que la Justicia actúe como debe ser y que el agresor sea procesado y condenado por lo que hizo".