La situación está muy complicada”, fue la primera expresión de Roberto Panero, propietario de la firma La Casa del Fiat, cuando se le preguntó por la situación actual del ramo repuestero.
Expuso como una de las causas de este problema “la gran cantidad de vehículos nuevos que existen desde hace un tiempo. Son muchos modelos, todos distintos, incluso en una misma marca”.
“Mire -dio como ejemplo- tengo para la venta mil mangueras distintas, pero seguro que viene un cliente y me pide una manguera y le tengo que decir que no tengo”, porque es una manguera de uno de los tantos modelos nuevos de autos que salieron desde hace un tiempo a esta parte”.
El comerciante consultado le reveló a EL DIARIO que, según sus estimaciones, “esto no ocurre porque sí, es probable que sea una maniobra de las fábricas que no quieren que existamos más, de tal manera que el que necesite un repuesto no va a tener más remedio que comprarlo en la misma fábrica donde se hace el auto”.
El futuro
Panero no dudó en decir que, en la actualidad, los comerciantes del rubro que trabajan bien “son los que venden repuestos para camiones”, como así también los que se dedican a comercializar los componentes de maquinarias para trabajar en el campo.
Por otro lado, advirtió que el futuro es, cuanto menos, incierto, debido a la crisis económica. “Fíjese que la venta de motos cayó el 45%”, apuntó.
De igual manera, remarcó las dificultades existentes como consecuencia de que “muchos repuestos no entran por (el cierre de) la importación. A lo mejor, a la larga, se consiguen, pero es muy difícil”.
Aquí y allá
El comerciante entrevistado también puso el acento que en que “Villa María es una ciudad rica” y se mostró sorprendido por el constante cambio de modelos de autos.
Al respecto, señaló que “en Mendoza no ocurre lo mismo. En esa provincia la mitad de los coches son nuevos y la otra mitad son usados”, lo que le permite trabajar al repuestero.
Por otro lado, trajo a colación durante la entrevista lo que ocurre en Buenos Aires: “Está bien que es una ciudad con muchos habitantes, pero yo mismo he encontrado no menos de 30 negocios que trabajan bien con los repuestos. ¿Y eso, por qué? Porque no pasa como acá, sino que hay autos viejos”.
En cambio, consideró que aún los autos más nuevos se rompen, y acá no tiene que ver con la amplia gama de modelos que se ofrecen, sino porque lo usan mal o “le cargan combustible que no corresponde”.
“Y, hoy, los repuestos tienen otro precio”, dijo Panero, al tiempo que indicó que un carburador está “en el orden de los 3 mil pesos”.
Cuando se le consultó acerca de si existe competencia con personas que venden repuestos “truchos”, el comerciante aseguró que, en la actualidad, “ya no hay chacariteros que vendan repuestos”.
