Escribe Diego Pellegrini - h - 

 

Asociación Española vive su mejor momento del campeonato. Con un andar contundente y sin fisuras volvió a demostrar porqué es uno de los que mandan en la Zona B de la Liga Villamariense de Fútbol.

La víctima fue esta vez Alem, en el “clásico villanovense”, con un contundente 2 a 0, que no dejó lugar a dudas.

Nuevamente se dio una floja presentación de “León”, con muchos puntos bajos y un equipo inexpresivo desde lo futbolístico, que lo hace perder terreno en este apretado grupo.

La “perla negra” de la tarde se dio con un fuerte hecho de violencia de los jugadores de Alem hacia el árbitro Eduardo Marzolli, en el reclamo por una presunta mano de Marcos Mancilla, tras el segundo tanto del local. 

Pero volviendo al juego propiamente dicho, la primera etapa comenzó con una paridad marcada. Ni las buenas intenciones de Asociación Española ni la enjundia de Alem alcanzaban para generar algo diferente en el encuentro. 

El equipo dirigido por Claudio Andrada encontraba algunas chances esporádicas, pero no certeras. Un disparo cruzado de Alvaro Bello, que salió pegado al palo, más una linda sociedad entre Augusto Sarmiento y Matías Racca, que terminó con el zurdazo desviado del defensor, eran las opciones claras del local. 

Lo de Alem se daba de manera más escueta y a la vez menos clara, ya que con la pelota el “León” entregaba poco. 

Un disparo de Maximiliano Le Roux más una aproximación de Pablo Fernández, era lo escaso del visitante en el encuentro. 

Hasta que llegaría a apertura del marcador a favor de Española. Fue a los 24’ cuando Nicolás Morello tomó un balón que andaba picando en la puerta del área rival, para ejecutar las intenciones de Julio Giraudo, con un tremendo remate de primera.

Nada por hacer para el ex-Colón, que observó cómo la pelota se metió pegada al horizontal.

Con esa ventaja, los del “Prado” encontraron la tranquilidad necesaria para empezar a comandar las acciones no sólo desde el resultado, sino también desde el juego y el trámite del partido.

Alem sintió el golpe de quedar abajo en el marcador, por ende todo le costó el doble, más que nada entregarle la pelota a un compañero.

Un remate de Facundo Mignola y un disparo de Bello podrían haber aumentado el marcador antes del final de la primera etapa, para los locales, lo que mostraba una clara superioridad.

En el complemento, el “Tricolor” tenía la posibilidad de cambiar la cara, de ser otro equipo. Pero no, otra vez quien marcó el ritmo del partido fue el local.

Primero, presionando a su rival, cuando Alem intentaba construir algo diferente y luego, poniéndole fútbol a la tarde para generar chances de peligro, buscando liquidar el pleito.

Y quizás aquí se dio el punto más bajo de Española, cuando demoró casi media hora y cinco situaciones claras de gol para liquidar el encuentro.

Porque lo podría haber cerrado Augusto Sarmiento al minuto, pero tapó Giraudo. Luego lo tuvo Bello, en dos oportunidades, pero en ambas demoró más de la cuenta. Por último, Matías Valle con un remate desde afuera, cerraría la serie de chances desperdiciadas.

Hasta que a los 28’, Mignola ganó una vez más por derecha y envió un centro perfecto para que el recién ingresado Marcos Mancilla (que había perdido una clara) defina al gol, tras el rebote en el palo. 

La pregunta que todos se hicieron en la cancha fue si Mancilla empujó la pelota con la mano o no. Todo Alem se fue contra Marzolli y allí comenzó la parte más lamentable de la tarde, con el visitante reclamando de manera desubicada y violenta por la jugada del gol.

Luego de cinco minutos y de la intervención de la Policía, el juego continuó como si nada hubiese sucedido. Ni una sola tarjeta sacó el árbitro, tras el bochorno del “Tricolor”.

Con un partido terminado desde el resultado pero muy caliente desde el trámite, llegaron los golpes arteros de Ricardo Juárez (volvía de tres fechas de suspensión) a Sarmiento y Matías Girardi contra Bracamonte. Hacía minutos que ambos habían ingresado.

El partido terminó pero la mancha de violencia quedó marcada una vez más dentro de una cancha de nuestra Liga. Mientras tanto, en lo deportivo, Española apostó al fútbol y otra vez festejó.