Escribe Federico Gazzoli
Una nueva alegría, la segunda en lo que va del presente torneo, volvió a sumar Rivadavia de Arroyo Cabral al derrotar en el clásico de dicha localidad a Colón. Fue 3 a 1 en la cancha de un “rojinegro” dirigido por Martín Conti que volvió a perder luego de tres partidos sin conocer la derrota y quedó más complicado en su posibilidad de clasificarse a los cuartos de final. Mientras tanto, con esta valiosa victoria el “Verde” de Marcelo Santoni continúa siendo el único escolta del líder Atlético Ticino en la Zona A.
Más allá de la alegría final, Rivadavia no tuvo un buen comienzo de partido ya que en los minutos iniciales le costó hacerse con la pelota y en los pocos momentos que pudo hacerse con ella no la administró de la mejor manera, cediéndosela a un dueño de casa que en el arranque se mostró más decidido y acertado para ir en busca del triunfo.
Así fue que a los 3’, entrando al área por la derecha, José Navarro metió un derechazo que Marcelo Berardo atrapó sin inconvenientes. La visita contestó 1’ después con Facundo Castro llegando hasta el fondo de la cancha por el sector izquierdo y metiendo un centro atrás para Matías Rojas, quien impactó de cabeza una pelota que se fue ancha.
El sector de su ataque era el lugar por el cual generaba más peligro y por allí comenzó a gestar la única alegría en su tarde clásica cuando el reloj marcaba 7’. Tras una pared con Navarro, desde la media luna Maximiliano Conti ejecutó un soberbio derechazo que reventó el travesaño y picó dentro del arco, pero para el segundo asistente (Mario Ibarra) la pelota no traspasó la línea y en el rebote apareció Juan Peretti para empujar el balón y decretar el 1 a 0.
Recién a los 23’ Rivadavia mostró signos de mejoría y contestó aproximándose sobre el arco contrario. Castro ganó por derecha y tras llegar hasta el fondo envió centro al segundo palo, donde increíblemente, de cabeza, Rodrigo Santoni envió la pelota por encima del travesaño, a pesar de encontrarse solitario y a poca distancia del marco custodiado por Matías Tisera.
El mismo delantero tuvo la oportunidad de revancha 5’ después, pero el uno de Colón le contuvo sin problemas un zurdazo que ejecutó desde el corazón del área.
La mejoría en el juego de los dirigidos por Marcelo Santoni era evidente y a esa altura de la tarde ya estaban haciendo méritos suficientes como para llegar al empate, el cual consiguió a los 35’ cuando Franco Gozzerino, tras una buena maniobra personal en la que eludió a un par de adversarios, remató desde media distancia Tisera dio rebote cuando parecía tener controlada la situación y allí apareció Rodrigo Santoni para definir de derecha y señalar el 1 a 1 con el que finalizaría la etapa inicial.
El complemento se inició generando bostezos al por mayor en los espectadores. Contrariamente a los sucedido en los primeros 45’, ninguno de los dos equipos se animó a ser protagonista y así hasta el cuarto de hora la pelota anduvo rondando por la mitad de la cancha sin que nadie la tratara con la precisión necesaria como para generar algo interesante en ataque. Hasta que a los 18’ Maximiliano Conti derribó al ingresado Gustavo Cerutti dentro del área, situación ante la cual el árbitro Diego Gallo pitó penal y le dio al elenco visitante la posibilidad de ponerse en ventaja por primera vez en el cotejo. Rodrigo Santoni se encargó de cambiar la pena máxima por gol definiendo con un derechazo cruzado y a media distancia al cual Tisera no pudo llegar, estampando el 2 a 1 y logrando su segunda conquista en el clásico de Arroyo Cabral.
Con el tanteador a su favor Rivadavia retrocedió en el terreno de juego y le permitió a los de Martín Conti ponerse a tiro del empate, el cual nunca pudo lograr gracias a magníficas y reiteradas intervenciones por parte del guardameta contrario. Primeramente a los 28’ Berardo tapó con su pierna derecha un zurdazo de Navarro. El uno volvió a intervenir a los 35’, ocasión en la cual sacó al córner un zurdazo de Maximiliano Theiler, a los 38’ para desviar un disparo de Ignacio Bomprezzi y a los 39’ enviando al saque de esquina un cabezazo esquinado de Patricio Luna.
Ilusionado con conseguir el empate, Colón se descuidó en los metros finales y lo terminó pagando muy caro. A un 1’ de cumplirse el tiempo reglamentario Rodrigo Santoni llegó al fondo por la derecha, tocó al medio y cuando Bomprezzi quiso despejar el balón lo terminó metiendo en su propia puerta, decorando el 3 a 1 que poco después sería resultado final.
Pudo ser para cualquiera, pero gracias a la efectividad de su goleador y a las acertadas intervenciones de “San Berardo” Rivadavia terminó festejando un clásico triunfo que le costó conseguir, pero que no por ello no mereció.
La figura
RODRIGO SANTONI
Además de los dos goles que convirtió y del restante que gestó, el delantero tuvo una gran entrega física, corriendo cada pelota como si fuera la última. Igual de importante fue la labor de Marcelo Berardo, con grandes atajadas.
El árbitro
DIEGO GALLO
Correcto arbitraje. En los primeros minutos advirtió bien a los jugadores antes de amonestarlos, evitando “tarjetear” en vano. Siguió de cerca cada jugada, pero no contó con la colaboración del segundo asistente, Mario Ibarra, en el primer gol de Colón, donde la pelota había ingresado claramente tras el disparo de Conti.