En una ceremonia que congregó a toda la comunidad del Instituto San Antonio, fueron recibidas durante la tarde de ayer las reliquias de la beata Madre María del Tránsito de Jesús Sacramentado Cabanillas, fundadora de la orden de las Misioneras Franciscanas.
El arribo de la custodia con las reliquias de la primer mujer argentina que alcanzó el honor de los altares, provocó emoción y alegría en los integrantes de la comunidad religiosa, que estuvieron acompañadas por al padre Pedro, a cargo de los oficios que se celebran en el templo situado en la segunda cuadra de bulevar Sabattini.
El anuncio del traslado de las reliquias de la Madre María del Tránsito a Villa María tomó por sorpresa a las religiosas, docentes, personal no docente, alumnos y familias vinculados a los institutos San Antonio, en nuestra ciudad, e Inmaculada Concepción, en Villa Nueva, al punto que el anuncio se concretó recientemente durante la conclusión de las jornadas fraternales que desarrollaron en La Bolsa y culminaron en la casa madre ubicada en barrio San Vicente, en la ciudad de Córdoba.
Precisamente, durante el acto desarrollado ayer, con la realización de la Liturgia de la Palabra, se recordó las postreras expresiones de la Madre María del Tránsito cuando, a los 64 años, encerrada en una celda bajo la acusación de "provocar molestias a la sociedad por ayudar a los pobres", se comprometió a que, "desde el cielo, les daré mucho bien".
La "Madre de la canastita", como se la conoció a la religiosa, quien nació el 15 de agosto de 1821 en la estancia Santa Leocadia (hoy sumergida bajo las aguas del embalse San Roque) y falleció en Córdoba el 25 de agosto de 1885, fue beatificada el 13 de abril de 2002 por el Papa Juan Pablo II y ahora se espera con ansiedad su canonización.