Con más de una hora de retraso debido a la demora de las autoridades del Gobierno de la Provincia en arribar a Villa María, la comunidad educativa del Jardín Florentino Ameghino puso ayer a la mañana punto final a una larga espera de años y con alegría inauguró formalmente su nuevo edificio, ubicado en calle Intendente Peña frente a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes.
“Este ha sido un largo camino de perseverancia, que hicimos todos juntos, desde 2005. Docentes, auxiliares, padres, entre todos hemos logrado este merecido espacio”, expresó la directora del establecimiento, Eliana Racca, al hacer uso de la palabra durante el acto.
Recordó que “a veces he sido insistente” con las autoridades para que avance la obra y agradeció a todos por aportar un grano de arena para la concreción del edificio, que posibilitó la apertura de una sala para niños y niñas de 3 años.
El intendente Eduardo Accastello, quien le había precedido en la palabra, también agradeció “a las comisiones de padres, cooperadora, alumnos y abuelos que un día soñaron con un nuevo lugar”.
“Están acá disfrutando de una casa nueva, que pensaron sus abuelos y por la que lucharon sus padres”, recalcó el mandatario.
El jefe del Ejecutivo hizo un repaso de las gestiones efectuadas para este edificio y dijo que a lo largo de 14 años de mandato del mismo signo político se construyeron 14 edificios educativos.
En este aspecto, indicó que le pidió al jefe de Gabinete, José Carignano, “que vea la posibilidad de ceder el terreno del Club Alumni para poder poner en agenda la construcción de dos nuevos jardines de infantes”.
En la ceremonia también hablaron, brevemente, la vicegobernadora de la provincia, Alicia Pregno, y el ministro de Educación de la provincia, Walter Grahovac.
El sacerdote Sebastián Luna, flamante párroco de Nuestra Señora de Lourdes, bendijo las instalaciones e invitó a rezar el padrenuestro.
Por su lado, Accastello entregó cuadros del Papa Francisco a las autoridades cordobesas.
También se otorgaron 10 ejemplares de árboles.
Párrafo aparte merece la desorganización con la que se dio el acto. Maestras y alumnos de distintos jardines de la ciudad esperaron una hora y media el inicio de la ceremonia, y cuando comenzó, la mayoría tuvo dificultad para seguir las instancias del evento porque el periodismo rodeó a las autoridades, ya que no había espacio para trabajar. Racca, la directora, recibió un fuerte aplauso cuando les pidió a los fotógrafos que se corran (amablemente) porque quería observar a sus alumnos.