La Confederación General del Trabajo de Villa María, liderada por Eduardo Belloccio, envió un saludo a todos los trabajadores. El mensaje expresa lo siguiente: “El 1 de Mayo, para los trabajadores, es una fecha de reflexión, ya que su origen tuvo carácter dramático, de sangre y lucha para conseguir todos los beneficios y reconocimientos de los que hoy gozamos los trabajadores.
Los obreros de Chicago, sujetos a una exagerada explotación, iniciaron en 1886 un movimiento que tenía por objeto obtener una reducción en la jornada de trabajo; la reducción de las jornadas de trabajo traerían por consecuencia evitar el desgaste físico de los trabajadores y dar oportunidad a los desempleados de obtener un trabajo remunerado en las fábricas.
El Congreso de Sindicatos y Sociedades Obreras de Estados Unidos de Norteamérica, celebrado en Chicago, determinó iniciar una huelga general el 1 de mayo si la parte patronal no aceptaba la jornada laboral de ocho horas.
Las consecuencias de aquella jornada no fueron otras que aquellas a las que estamos acostumbrados los trabajadores, la represión, la cárcel y finalmente la ejecución de Albert Parsons, August Spies, Adolph Fischer y Georg Engel. Louis Linng se había suicidado antes en su propia celda. A Michael Swabb y Samuel Fielden les fue conmutada la pena por cadena perpetua y Oscar Neebe fue condenado a 15 años de trabajos forzados.
En esta fecha en que se debe valorar al que trabaja, reconociendo su esfuerzo y sus méritos, nada mejor que reflexionar sobre las personas que tenemos cerca, pensar en las amas de casa, las empleadas domésticas, en el obrero panadero, el plomero o el albañil. Pensar en cada una de las actividades que de noche o de día, miles y millones de compañeros con fe y entusiasmo desarrollan en el campo o la ciudad, en la calle o la oficina; manipulando una máquina o manejando un taxi. Pensar en los desocupados que buscan trabajo y sólo quieren una oportunidad para vivir con dignidad y demostrar su talento y esfuerzo”.