El conocimiento supremo al que puede aspirar el ser humano; la sabiduría espiritual aportada por los grandes maestros de la Humanidad; el despertar de la conciencia para entender de dónde venimos, quiénes somos y adónde vamos; la esencia de todas las tradiciones que indagan el interior del alma humana en busca del autoconocimiento… Todas estas definiciones de “Gnosis” son tan pertinentes como incompletas, ya que cada una deja afuera otros aspectos esenciales de su ontología. Acaso esto sucede porque intentar definir la “Gnosis” (palabra griega que significa “conocimiento”) sea una empresa tan vasta e inabarcable como intentar definir a Dios o al Universo. Y quizás de esto se trate, precisamente, esta doctrina que sin ser ciencia está embebida de conocimiento científico; esta filosofía que sin ser un sistema platónico o aristotélico busca una cosmovisión espiritual y material de la existencia; esta religión que sin altares ni sacrificios busca “religarse” con el Dios de todo el cosmos.
Podríamos decir, sin miedo a falsear los datos, que la Gnosis tal como hoy la conocemos se inicia en grupos helenísticos del Mediterráneo entre los siglos I y II de nuestra Era. Se trataba de personas que aceptaban el mensaje de Jesús pero que a la vez no renunciaban a su tradición filosófica griega y los saberes orientales de los cuales ésta abrevaba (la concepción del “más allá” de los egipcios, la matemática de los árabes, la astrología de los babilonios). Pero en el año 180, la incipiente Iglesia declara a la Gnosis “herejía”. Desde ese entonces sus adeptos fueron perseguidos y el “saber gnóstico” empezó a circular por catacumbas, en pequeños círculos de iniciados hasta experimentar una verdadera resurrección en la Edad Media. Los responsables de dicho milagro fueron los cátaros, cristianos gnósticos que en reacción al materialismo del Vaticano proponían volver a la “pureza” del cristianismo primitivo. (De hecho, la palabra “cátaro” significa “puro” en griego). Estos monjes que proponían una doctrina sincrética fusionando el Evangelio de Juan con otros saberes y otras religiones (especialmente el mazdeísmo y el maniqueísmo de Oriente Medio) se expandieron por toda la Occitania francesa y la Cataluña española desplazando al catolicismo, razón por la cual a principios del Siglo XIII, el Papa Inocencio III envía al sur de Francia el ejército del Vaticano para la conversión o la matanza. Sucederá lo segundo. “¡Matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos!”, dijo el capitán de esa misión. Y así, la “campaña contra la herejía” se convertirá en uno de los exterminios religiosos más sangrientos de occidente. Pero en el castillo de Montségur (provincia francesa de Ariège) y cuando los soldados del Papa quemaban el último bastión cátaro en 1244, unos monjes lograron escapar en secreto. Llevaban consigo (se decía) el mayor tesoro de la cristiandad: el Santo Grial, la Copa en la que Cristo bebió en la Ultima Cena y con la cual se recogió su sangre de la cruz. Acaso este “mito” (o esta verdad aún no comprobada) no sea otra cosa que una simbología; una de las que tanto aman los gnósticos y que nos viene a decir que siempre habrá un saber que trasciende al oficialismo religioso, un conocimiento que se escapará al vulgo y a la curia, una doctrina que sólo se transmitirá de maestro a iniciado y que se fue con el vaso de Jesús sólo Dios sabe adónde.
Charla con un iniciado villamariense
-De la matanza de los cátaros hasta buena parte del Siglo XX, la Gnosis fue considerada una herejía ¿Qué pasó para que hoy sea una doctrina aceptada en todo el mundo?
-Pasó que con la llegada de la Era de Acuario en el año 1962 se produjo un gran cambio de mentalidad y la Gnosis inició una Nueva Era. También influyó el descubrimiento de los Evangelios Gnósticos en Nag Hammadi a mediados del Siglo XX. Ahí estaba, por ejemplo, el Evangelio de Judas y el de María Magdalena. Esos hallazgos no se pudieron ocultar.
-¿Y en Latinoamérica?
-Hay muchas escuelas y corrientes en nuestro continente. La nuestra (Ageacac) tiene como referente a Samael Aun Weor (1917-1977), un maestro colombiano que trajo estas enseñanzas y nos dio las claves a sus seguidores. Y teniendo esas claves, uno puede entender muchas cosas que a simple vista no se revelan.
-¿Cómo cuáles?
-Como la Semana Santa que acaba de pasar; una celebración que pareciera significar una cosa pero bajo ciertas claves de lectura es otra. La Semana Santa es un drama cósmico. Y quien tenga entendimiento puede basarse en ella para hacer un gran trabajo interno. Cuando Jesús ingresa a Jerusalem montado en un burrito, quiere significar un dominio del espíritu sobre la mente; ese dominio sobre la terquedad es algo a lo que debemos aspirar todos. Cuando Pilatos se lava las manos, representa la mente que siempre se justifica y no asume responsabilidades; que es lo que no debemos hacer. Hay muchos símbolos así. Pero si uno se queda sólo con la historia, se los pierde. Son mensajes de iniciados para iniciados.
-Según la mirada gnóstica ¿quién fue Jesús?
-La mayoría de la gente habla del Cristo histórico conocido como Jesús de Nazareth. Pero Jesús fue mucho más que su historicidad. De hecho, cada persona que reconquista su alma va en camino a encarnar esa fuerza dentro suyo que se denomina “crística”. “Cristo” significa “salvador” pero “crestos” significa fuego. La Gnosis enseña que hay que ir más allá de la evolución y tratar de expandir los estados de conciencia, tratar de desarrollarlos para que cada uno alcance el estadío “crístico” dentro de su alma.
-¿Y cómo definirías el alma?
-Nosotros estamos acostumbrados a entender las cosas desde la tercera dimensión, pero el alma no es de la tercera dimensión sino metafísica. El alma es el conjunto de virtudes, leyes y facultades que tiene el hombre y que se nos expresa mediante la “esencia”, la chispa virginal que es parte del alma y está en libertad; porque la otra parte del alma está atrapada en los miedos, en los dogmas, en los traumas, en los errores, en los malos ejemplos.
-¿Cómo se hace para que el alma en su totalidad recupere la libertad?
-Una de las grandes áreas de la Gnosis es la que entiende sobre la disolución del “yo”, es decir, la disolución del “ego” que produce todas las energías negativas y las malas cosecuencias. El “ego” son los errores que cometemos y que generan las condiciones en que hoy nos encontramos para que no se exprese el alma.
-¿Cómo sabemos cuándo se expresa el alma y cuándo el ego?
-Porque el alma se expresa por la inspiración, por el amor consciente, por el sentimiento de caridad, por la comprensión hacia los demás, por ponerse en el lugar del otro. A medida que nos vamos comprendiendo y eliminamos de nuestro interior esos errores, se libera mayor cantidad de esa esencia. Y poco a poco vamos ganando el alma. Ese gran maestro que se conoce como Jesús, dijo: “En paciencia poseeréis vuestras almas”. Es decir, todos tenemos alma pero no tenemos uso de la misma. Si nosotros tuviéramos integrada el alma y las virtudes, no existirían las guerras ni los conflictos, que son producto del egoísmo.
El Cristo al alcance de todos
-Contáme, Nicolás, cómo ingresás a la Gnosis…
-Fue en el año 1998, en unos cursos que se dictaron donde hoy es la Universidad Popular. Las primeras conferencias a las que asistí hablaban de la conciencia en el mundo de los sueños y los misterios de la vida y de la muerte. Estas cosas no se nos enseñan en la escuela o en la universidad. A nosotros se nos prepara para ganarnos el pan o tener una familia. Pero hay cosas profundas e íntimas que para algunos son muy importantes; como saber de dónde venimos, adónde vamos, por qué nos tocó la familia que nos tocó en la vida... Las personas que dieron respuesta a esas preguntas nos instaron a que indagáramos adentro nuestro, que tuviéramos la mente abierta, que no perdiéramos la capacidad de asombro.
-¿Cómo definirías a la Gnosis?
- Es la sabiduría y el amor. Toda persona que trate de comprenderse a sí mismo y a los demás, va viviendo una gnosis. El tema es acceder al despertar total de la conciencia, tener esa experiencia interna en nosotros más que buscarla en los libros.
-¿Qué me dirías de la corriente de la cual sos instructor?
-Que hay muchas ramas gnósticas en la actualidad, pero que nuestra institución respeta la Gnosis sin quitarle ni agregarle nada, entendiendo que el conocimiento es interno más allá de toda la bibliografía que se pueda leer. La idea es lograr la autognosis, esa que bajo el precepto del sabio Hermes Trismegisto dice “como es adentro es afuera y como es arriba es abajo”.
-¿Qué otras ramas del saber se dan cita en la Gnosis?
-Nosotros enfocamos el conocimiento a través de la psicología y la filosofía, pero también a través de la mística, la ciencia y el arte. En filosofía hay muchas ramas como la ética, la política o la metafísica. Pero para los griegos, la rama más importante es la que es sinónimo de sabiduría, y es justamente “la Gnosis”, por encima de los saberes parcelados y técnicos.
-Hay elementos de muchas religiones que convergen en esta doctrina…
-Sí, porque en el taoísmo hay gnosis, en el budismo hay gnosis, en el cristianismo primitivo hay gnosis y también en el judaísmo a través de Moisés. También en los pitagóricos y en las enseñanzas de Hermes Trismegisto. Todas las almas de los maestros de todos lugares y todas las épocas han arrojado luz sobre el conocimiento humano. Y por eso la Gnosis no es de ninguna latitud, ni cristiana ni helenística ni egipcia. La Gnosis está en todos lados.
-Hay quienes dicen que la Gnosis es una secta ¿vos qué decís?
-Para el Catolicismo Ortodoxo la Gnosis siempre fue una secta; pero el Catolisismo Ortodoxo también es una secta dentro del cristianismo. Si por secta se entiende un “sector”, sí lo somos. Pero no tenemos en absoluto la connotación de secta dañina. De hecho no le hacemos daño a nadie ni somos destructivos. Todo lo contrario. Somos un grupo de gente con un conocimiento y no nos importa cómo nos definan los demás.
-Además, la Gnosis es pública y gratuita...
-Sí, porque este conocimiento es patrimonio de la Humanidad y no se debe cobrar. Hacemos lo que tenemos que hacer, es decir que intentamos religar nuestras vidas a la de Dios porque la espiritualidad es inherente a las personas como la humedad al agua. Se dice que la Gnosis es para los disconformes de todas las escuelas o religiones, para el que quiere ser distinto, para el que está cansado de lo mismo y quiere vivir de acuerdo a nuevos mandamientos que no son para cualquiera sino para el que está dispuesto a aceptarlos en pos de una transformación de su vida. Los que dicen esto, tienen razón.
-¿Los maestros nacen o se hacen?
-Cada maestro nace con defectos que va puliendo, superando y transformando. Los maestros no simplemente evolucionan sino que revolucionan su conciencia. Cada uno se acerca a la divinidad de su alma y luego enseña una doctrina. Ese gran maestro que se llamó Jesús enseñó la doctrina del amor. Krishna nos dejó la doctrina de la transmigración de las almas. El Buda nos enseñó la compasión, el respeto por todos los seres vivos y las demás personas. Todos encarnaron una gran fuerza que se llama “Cristo” o “crestos”, la fuerza que late en el sol y las estrellas, la fuerza vital. La vida es un fuego, una energía.
-¿Cualquier ser humano puede volverse un “Cristo” o un “crestos”?
-Cualquier sabio que sea equilibrado puede encarnar esa fuerza, pero para eso hay que volverse un ser consciente de sí mismo y de toda la creación. Evolución y revolución de la propia conciencia. Esa es la gran enseñanza.
Iván Wielikosielek
La Gnosis en Villa María
La Ageacac funciona en Villa María desde 1998 y en la actualidad tiene su sede en bulevar Mitre 448. “Somos unas 40 personas que nos reunimos dos o tres veces por semana -comenta Nicolás-. Además, junto a otros instructores del país dictamos unas 25 conferencias cada tres meses para quienes ingresan al primer nivel. También hay relajaciones, vocalizaciones y mucha práctica. Los cursos empiezan y terminan, pero los que ascienden al segundo nivel pueden asistir a la sede toda la vida. Además, tienen acceso a los distintos centros gnósticos de Córdoba y Buenos Aires. Las charlas son abiertas y gratuitas a todas las personas que tengan uso del entendimiento y se interesen por este mensaje, sin importar la ideología o religión de cada uno. La finalidad de la Gnosis es la autorrealización del ser y el desarrollo de todas las potencialidades latentes que uno tiene. Estamos invitando a la gente a que lo haga. Nosotros tenemos una conciencia y tenemos que usarla. La conciencia no es la racionalidad, es algo mucho más grande. Es la manifestación de nuestra esencia”.
Próxima conferencia: “Los misterios de la vida y de la muerte”
En el marco de la Semana del Conocimiento Gnóstico, el próximo miércoles 7 de mayo a las 20.30 tendrá lugar en el salón de la Cooperativa Comunicar de El Diario (Periodistas Argentinos 466) la conferencia “Los misterios de la vida y de la muerte” y estará a cargo del instructor local Nicolás López. La charla es gratuita y abierta a todo público y tocará temas como “¿A dónde estábamos antes de nacer?”, “El tiempo y la eternidad” y “¿Hay vida después de la muerte?”.
Para más información, consultar a los teléfonos 154-067435 o 154-067435 o al mail gnosisvm@hotmail.com