El reelecto presidente de la Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentino (AERCA), Marcelo Uribarren, sostuvo que es tiempo de que las dirigencias de los distintos partidos establezcan políticas de Estado comunes, consensuadas con los diferentes sectores de la vida nacional, “para que las discusiones dejen de girar en torno a cuestiones superficiales”.
“Ya no se puede volver a situaciones en las que cuando asume uno, cambia todo lo que hizo el otro”, puntualizó.
En una charla con el Suplemento Económico de EL DIARIO, Uribarren se preocupó en aclarar que su visión “no es la de un economista, sino que responde a sensaciones” que llegan a través de la gestión empresarial cotidiana.
La inflación, el trabajo en días feriados, la doble matriz productiva… La visión de quien inició un nuevo período de 24 meses al frente de una gremial empresaria que en septiembre cumplirá 84 años de vida.
-¿Pasó el cimbronazo después de la devaluación?
-Después de la devaluación se empezaron a poner en orden algunas cosas, como en el tema de los subsidios. Las tarifas no pueden no tener el valor que realmente tienen. Sí se pueden atender algunas cuestiones sociales que necesariamente tienen que ser subsidiadas, lo mismo que algún rubro especial como puede ser el transporte ferroviario en algunos ramales que resultan trascendentales para la economía de una región, pero no se puede subsidiar toda la economía. Sabíamos que eso tenía que ocurrir… Ahora el tema complicado a resolver es la inflación. Uno se va adecuando, pero es un espiral que a la corta o a la larga termina recortando la rentabilidad. Entendemos que a los empleados les tenemos que pagar al ritmo de la inflación, pero nosotros quedamos al medio. Llega un momento en que la cintura que tenemos que tener no alcanza… Yo leí lo que decía Eduardo Belloccio, de la CGT, en contra de que se trabajen los feriados. Y me parece bien en el caso del 1 de Mayo, por su significado. Ahora bien, en un feriado puente, como el del viernes último, tenemos que abrir las puertas.
-¿No se puede esperar a que el cliente regrese el sábado o el lunes?
-No. No regresa. No es cierto que todas las personas decididas a comprar el viernes vayan a hacerlo el lunes siguiente si encontraron cerrado el local. Lo tenemos medido y la medición refleja que no es así. Aunque tengamos que pagar un ciento por ciento más a los empleados, tenemos que abrir. Lo nuestro es día a día, todos los días. El viernes han abierto casi todos. Es más, hay bonificaciones especiales para seducir a los clientes, por la necesidad de vender antes del cambio de temporada.
-Parecen irreconciliables la posición de los gremios y la de los empresarios…
-Tenemos que hablar. No queda otra que no ser ortodoxos. A esto lo sacamos entre todos o nos perjudicamos todos. No hay que despedir ni suspender personal, está bien. Pero si vemos que hoy la situación no arroja beneficios como en los años anteriores, tal vez haya que abrir en un feriado, tal vez hay que trabajar más horas…
-¿En qué niveles se redujo la actividad?
-Ha bajado la venta en unidades en el orden del 30%. No bajó en el mismo porcentaje la recaudación, porque los precios aumentaron.
-Se suele afirmar que una menor demanda es igual a menos inflación. Aquello de que si se enfría la economía…
-Se observa que se está secando la plaza de pesos. El Banco Central está absorbiendo en lugar de emitir. Eso debería ser antiinflacionario. Ahora, si con menor consumo no decrece la curva inflacionaria, las posibilidades para hacer frente al negocio son muy pocas.
-¿La matriz agro exportadora, la industrial o las dos juntas?
-Nosotros estamos bendecidos con una de las dos o tres naturalezas más ricas del mundo. Desde Vaca Muerta hasta el campo. Es un potencial inmenso que tenemos que aprovechar y lo vamos a poder aprovechar mediante la industrialización; tratando de agregar valor a cada producto de la tierra. De otra manera no se va a poder redistribuir la riqueza entre una mayor cantidad de personas, que debe ser la aspiración de todos. Eso es lo que nos va a sacar adelante. Y debe ser a través de una política de Estado consensuada entre el Gobierno y la oposición. Después podrá haber matices, pero tiene que estar establecido un lineamiento general del que no nos apartemos. Hablo de un entendimiento común que nos permita no discutir más sobre cosas superficiales. Como lo dije en el discurso cuando reasumí el cargo, se trata de la calidad institucional. Si se va a tomar una decisión en torno a un sector, que ese sector sea consultado, para que pueda trabajar con la medida y no reaccionar a la medida. Se necesita un acuerdo marco entre los partidos y acuerdos sectoriales, con los diferentes sectores. Ya no se puede volver a situaciones en las que cuando asume uno, cambia todo lo que hizo el otro.