“Nos enteramos de que Mora fue a pagar los impuestos del terreno la semana pasada y la Municipalidad le aceptó el pago”, reclama Roberto Arribillaga, cubriéndose del sol debajo de una sombrilla clavada sobre un lavarropa oxidado.
Un mes se cumple hoy desde que 12 familias desembarcaron sus sueños de tener un lugar donde vivir en una porción de tierra del barrio San Martín, entre bulevar Sarmiento y Santiago del Estero, a metros de la exruta pesada. La media manzana era propiedad de Bernardo Fernández Voglino, un hombre fallecido hace tres décadas y tanto las 12 familias como el abogado Gustavo Mora dicen haber pagado los impuestos que se adeudaban en la Municipalidad.
Sin embargo, las familias protestan que “lunes o martes Mora fue y pagó los impuestos y el municipio se lo aceptó”, pese a que existe un recurso de no innovar, debido a que el conflicto no tiene resolución alguna por parte de la fiscal Silvia Maldonado (hace 20 días dijo estar a la espera de informes).
Por eso, Arribillaga, una de las personas que desde hace un mes duerme en carpa bajo una choza de lonas y bolsas, adelantó que “mañana (por hoy) nos vamos a presentar a la Municipalidad con el abogado para ver por qué se le permitió pagar eso, no sé si tendrá algún amigo ahí adentro, pero a nosotros no nos recibieron el dinero cuando quisimos pagar”.
En ese sentido, el hombre plantea que “si Mora decía que tenía todos los papeles y comprobantes de que había pagado los impuestos del terreno durante muchos años, ¿para qué fue a pagar ahora? Esto nos deja en claro que no tiene nada”.
Las familias, imputadas por usurpación, todavía no logran explicarse cómo es que al abogado se le aceptó una denuncia “si todavía tienen que definir quién es el dueño de esto”. Por eso, amenazaron: “Se va a caer la denuncia que nos hicieron por usurpación y ahí vamos a hacer una contrademanda porque lo que acaba de pagar la semana pasada no le va a servir para argumentar que esos terrenos son de su propiedad”.
La fatigada voz de Arribillaga habla por todas las familias y le demandan a la Municipalidad “que sea imparcial”. “Nadie de la Municipalidad se acercó ni siquiera a conocer nuestra realidad”, dice, y agrega que “pedimos que vengan camiones para levantar yuyos y basura que hay desde que limpiamos el terreno y ni eso”. “Parece que quiere favorecer a un tipo que lo único que quiere hacer es un negocio inmobiliario”, opinó, y explicó: “Es que no sólo Mora fue a pagar la semana pasada impuestos por este terreno, sino que también hizo lo mismo con varios más que hay acá en el barrio y que eran de la misma persona fallecida, se quiere quedar como con 30 terrenos una sola persona y tememos que se lo permitan”.
Lonas, bolsas de arpillera, retazos de mediasombra, cuelgan de los esqueléticos alambrados que rodean el terreno pero no logran tapar la realidad de un conflicto que, por ahora, no tiene solución. “Llevamos un mes en estas condiciones. Creo que están esperando que nos cansemos, quieren desgastarnos con el paso del tiempo, pero estamos resistiendo, es lo único que nos queda”, garantiza Roberto, antes de volver a la carpa.