Antes de las discusiones que se generaron el martes, en la reunión de delegados de la Liga Villamariense de fútbol (ver página 57), se registró un hecho grave, a raíz de una carta enviada por el club Unión Social de Alto Alegre, en la cual el cuerpo de delegados se anotició formalmente que esta institución está regida por una Comisión Normalizadora, según dictaminó Personería Jurídica en noviembre del año pasado.
La información, según se explicó, no se había formalizada hasta el martes y dejó al descubierto que todos los trámites del club realizados y autorizados por Juan Zillio, histórico delegado del club, desde noviembre del año pasado (cuando llegó la comunicación de la Comisión Normalizadora) son nulos, es decir, no tienen validez alguna, como así tampoco la votación en la última Asamblea, según se interpretó.
Vale recalcar que Zillio, en una nota enviada a la Asamblea el pasado sábado, cambió al asambleísta que estuvo desde un inicio por otro, que fue su hijo Juan Pablo.
En las próximas horas se realizará un análisis legal de la situación para conocer cómo proceder en una situación de estas características, sabiendo que el club podrá verse implicado en una sanción disciplinaria y económica.
La situación, en tanto, dejó al descubierto la problemática situación actual del club de Alto Alegre. Porque si hace bastante no está al día (algo que abarca a un gran número de clubes -no sólo los que hacen fútbol-), quien debía autorizar los trámites que realizó Zillio en los últimos meses debió ser la Comisión Normalizadora. No obstante, según explicó el nuevo delegado del club, Félix Medrano, la Comisión Normalizadora no actuó “por desconocimiento”.
El directivo también argumentó: “Nuestro anterior delegado (en referencia a Zillio) nos dijo que sigamos así hasta la realización de la Asamblea”, que tiene fecha para el 30 de mayo.
“Puede haber un desconocimiento de la función por parte de la Comisión Normalizadora, pero también hay un acuerdo tácito, podría decirse, entre el club y esa persona, consistiendo, erróneamente, lo que se vino haciendo hasta el momento”, explicó uno de los delegados presentes, en una versión que parece acercarse a la realidad de los hechos.
Entre tanto, hay acusaciones serias (se habló de falsificación de firmas) y sumado a ello se conoció que el club hoy por hoy “no tiene nada”, tal como subrayó Medrano.
“Hay que refundarlo al club”, expresó y, para describir la realidad, sostuvo: “El salón de fiestas que le pertenece al club hoy por hoy es un taller”.