Sobrevivientes y deudos de las víctimas del accidente aéreo de LAPA, ocurrido el 31 de agosto de 1999 en el Aeroparque Metropolitano y que causó 67 muertos (entre ellos, el sindicalista villamariense Aldo Serrano), rechazaron ayer el pedido de los responsables de la empresa de cesar el juicio y convertir las eventuales condenas en trabajos comunitarios bajo la modalidad denominada “probation”.
El Tribunal Oral Federal 4 anunció que resolverá sobre ese pedido de los acusados el 26 de este mes, luego de escuchar en la víspera los alegatos de las partes, a favor y en contra de la virtual extinción penal de la causa y el fin del juicio que esta semana cumple un año y había entrado en un tramo final.
Ex directivos de LAPA, entre ellos su ex presidente Gustavo Deutsch, están acusados de “estrago culposo” por el accidente del avión Boeing 747 que aquella noche se estrelló en una de las cabeceras de la pista de la estación aérea porteña sin poder levantar vuelo.
“Queremos juicio y sentencia; no castigo, sino sentencia”, dijo al alegar en contra del pedido el abogado Hugo Wortman Jofré, representante de la Asociación de Víctimas de la Tragedia de LAPA, y en similar sentido se manifestó su colega María Elba Martínez, que representa a cuatro querellantes sobrevivientes del accidente.
A su tiempo, los fiscales federales Carlos Rívolo y Guillermo Friele ya se habían opuesto al reclamo de las defensas, al sostener que los delitos por los que están acusados los directivos de Lapa son pasibles de penas de cumplimiento efectivo y no podrían ser remplazados por una modalidad prevista para delitos leves.
Este argumento fue rebatido por Jorge Sandro, defensor de los ex directivos, al sostener que el delito imputado tiene una pena máxima prevista de cuatro años de prisión, por lo que será de cumplimiento condicional, y por ende la “probation” es aplicable.
Durante un año de audiencias, la mayoría de las pruebas y peritajes demostró al menos negligencia de la empresa por permitir volar a un comandante que no reunía las condiciones de seguridad necesarias.
Según esos elementos, el piloto había sobre cumplido sus horas de vuelo y, acaso por el cansancio, no completó los controles previos al despegue, de modo que cuando advirtió la imposibilidad de levantar la máquina tampoco pudo frenarla.
Deutsch pidió hacer tareas comunitarias en la AMIA durante 25 horas por mes y pedidos similares presentaron otros cuatro ex directivos acusados.
El ex gerente de Operaciones Valerio Diehl pidió cumplirlas en el Sanatorio San Lucas, mientras que sus colegas Fabián Chionetti y Gabriel Borsani y el ex vicepresidente Ronaldo Boyd en Cáritas.