Hoy a las 21.30 será presentada la obra "Icono. Clown para no reír".
Será en la sala María Rosa Gallo del Teatro La Panadería, Salta y José Ingenieros.
Los ojos abiertos, la mirada amplia y profunda, la complicidad con los ojos que miran; "Frutillas con crema" reflexiona, juega, filosofa e intriga.
¿Qué tan peligroso es un micrófono en las manos de un bufón? ¿Qué barbaridades podrán llegar a salir de esa boca, de esas manos, de ese cuerpo? Desde siempre hay unos que hablan y otros que escuchan, que acatan y que cumplen.
Qué quieres escuchar es la pregunta que este personaje se hace. A lo largo de la historia, se ha sabido que por la boca muere el pez; políticos, religiosos, educadores y todo tipo de doctrinas han utilizado la palabra como forma de convencimiento de mazas.
La más reciente creación de Claudio Martínez transita por el mundo de los íconos: aquellas imágenes, definiciones y signos que tenemos de ciertos objetos.
El bufón, el clown y el mimo se reúnen para jugar y preguntarse si todo es como pensamos o como nos dicen que debemos pensar. Cincuenta minutos de imágenes con un goce estético casi irrepetible, que produce un quiebre certero en la cotidianeidad del que lo mira.
Claudio Martínez, según detalla El diario La Voz de San Justo, de San Francisco, es un clown chileno que hace 17 años, quizás por casualidad, quizás por destino, Claudio Martínez comenzó su metamorfosis. No fue un cambio brusco, un despertar diurno convertido en insecto kafkiano, aunque algo de eso probablemente tuvo. Epoca de secundaria, cuenta que tuvo la oportunidad de encontrarse con las personas indicadas en el momento indicado.
“Con ese grupo de personas conformamos la compañía PanikoEsceniko. Sin darnos cuenta. Algo que comenzó como un juego, se transformaría en un juego aún más grande que nos haría sacar cosas de adentro que no sabíamos que existían. En un principio lo primero que llegó a nuestras vidas fueron los malabares, luego llegó el circo y sus innumerables disciplinas”, recuerda.
Sobre sus inspiradores, aseguró al medio colega que “siempre fueron mis hermanos de grupo. En aquellos tiempos no existía Internet, entonces la investigación y entrenamiento eran la base fundamental de todo proceso. No es que ahora no sea así, pero claramente los nuevos malabaristas o artistas están cada vez más influenciados por lo que encuentran en las redes sociales”.
Claudio ha estado los últimos diez años dedicado a la Cia.FrutillasConCrema. A propósito de ello, comentó que en esta década de aprendizaje “sin stop” vio nacer de sus adentros “tres espectáculos y varios números cortos” y que con todo este material se dedicó a presentarse en todo tipo de escenarios, “hasta el más raro que pueda estar pensando quien en este momento lee la entrevista”.
Políglota a fuerza de recorrer el mundo, detalló que estuvo en veinticinco países en los últimos diez años.