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Bessone, el encargado del negocio indica la ventana por la que ingresaron al interior de la oficina para llevarse la importante cantidad de herramientas |
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Los ladrones parecen haberse ensañado en los últimos días con El Faisán Dorado SRL, una venta de piletas de natación y artículos de jardín, ubicado en Villa Nueva, ubicada en avenida Carranza 170.
“En la madrugada del día martes 17 fuimos visitados nuevamente por los amigos de lo ajeno, en nuestro predio, quienes tras cortar el tejido perimetral, violentar una reja y romper un vidrio, nos robaron, todas las herramientas que disponemos para trabajar. Es la tercera vez en poco más de un mes y a pesar que hemos ido reforzando todas las medidas de seguridad, y ejercemos un permanente control, ya que el encargado estuvo recorriendo dicho predio entre las 3 y 4 de la madrugada, (puesto que la noche anterior violentaron un candado pero no pudieron entrar). Pero esta vez fueron preparados con más herramientas: se llevaron una desmalezadora, una motosierra, una electrobomba, una caladora y algunas herramientas de mano. La primera vez, revolvieron todo buscando dinero pero, como allí no se manejan dinero ni valores, ahora fueron directamente a las herramientas que habían sido compradas dos días antes”, contó a EL DIARIO Enrique Escamilla, propietario del lugar.
Por su parte, Osvaldo Bessone, encargado del negocio, amplió ante este medio lo expresado por Escamilla.
“Primero vinieron el 10 de enero y causaron bastante daño. Después, vinieron el lunes y no pudieron entrar por la parte trasera del container que hace de oficina, aunque cortaron el candado, porque nosotros cerramos por dentro”, explicó Bessone.
Evidentemente, los cacos realizaron un trabajo de inteligencia y no se quedaron con los brazos cruzados.
“Entonces volvieron el martes, entre las 4 y las 8 de la mañana, sé la hora porque antes estuve yo por aquí y no había pasado nada. Esta vez, forzaron las rejas del frente con una barreta, rompieron el vidrio y por allí sacaron las herramientas. Esta vez, ni se molestaron en revolver el escritorio, porque ya sabían que no había plata”, dijo el encargado.
“El costo de lo robado es de alrededor de 5 mil pesos. Y a eso hay que sumarle el costo de los daños causados, por lo que estamos hablando de una importante pérdida.”
“Ahora vamos a poner alarma y vamos a reforzar las medidas de seguridad, pero no sé si va a dar resultado”, terminó diciendo Bessone a este medio.
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