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Las champas de la discordia son las implantadas en la costanera nueva |
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Un nuevo capítulo en la polémica concesión a la firma vinculada a Otto Wester, se dio después del pedido de informes de los tribunos de Cuentas José Naselli (Democracia Cristiana) y Francisco Maristany (Frente Cívico y Social).
La respuesta oficial es que la Municipalidad se hizo cargo de gastos que debería hacer la empresa por razones de urgencia, por lo que los tribunos entendieron que de esa manera se financia al sector privado con el erario público.
Cómo empezó todo
Planeta Verde es una sociedad anónima que ganó el concurso de precios para implantar césped en la obra de la costanera nueva. En el pliego, se establecía que las champas de césped eran “puestas en obra”, pero llamativamente, aparece un pedido al Tribunal de Cuentas para que autoricen viáticos al empleado municipal que las trajo desde Montecristo hasta Villa María.
En función de eso, los tribunos Francisco Maristany (Frente Cívico y Social) y José Naselli (Democracia Cristiana) pidieron informes sobre el tema, el que fue contestado por el secretario de Ambiente, Pablo González.
“Razones de urgencia motivaron la necesidad de que personal municipal se trasladase hasta Montecristo a retirarlas. Cabe consignar que la firma Planeta Verde SA, si bien venía entregando regularmente las champas que le habían sido adquiridas, el encargado de obra (que no sería otro que el ex secretario de Gobierno Otto Wester, condenado por la Justicia por robar un voto en la última elección), al advertir que a ese ritmo no se habrían de concluir con los trabajos en el tiempo fijado por el Departamento Ejecutivo, dispuso que personal municipal ayudara con la tarea de traslado de las champas”, dijo en su respuesta el arquitecto González. Y agregó: “En cuanto a los viáticos y el costo de los fletes que demandó el traslado de la mercadería... oportunamente le será reclamado su reintegro a la firma Planeta Verde SA”.
En ese punto, Maristany y Naselli entienden que es una manera de financiar a la empresa que ganó la concesión proponiendo un precio más bajo que otra firma porque la otra firma incluía los costos del traslado.
La respuesta
“De la respuesta (de González) se desprende claramente que la comuna ha incurrido en gastos motivados por el incumplimiento de la firma adjudicataria de una licitación. Y la motivación del gasto se funda en razones de urgencia. Los tribunos abajo firmantes, bajo nuestra entera responsabilidad, afirmamos que frente a la magnitud y jerarquía de la obra emprendida, en este caso, urgencia es sinónimo de improvisación, falta de planificación, desorganización, etcétera, cuyo costo debe ser soportado por el erario municipal, o sea, por todos los contribuyentes. Esta urgencia no sólo no se condice con la magnitud de la obra en sí, sino que no tiene a su vez justificativo alguno, ya que durante el transcurso de la obra no ocurrieron ni inundaciones, ni terremotos ni otras calamidades que llevaron a paralizar los trabajos”, indican los tribunos en la nota dirigida a González, al intendente, al presidente del Consejo y a los presidentes de cada bloque.
También se preguntan si “cobrar oportunamente” esos gastos originados en el traslado de champas, no es una forma de “financiar el incumplimiento del adjudicatario”.
Finalmente, entienden que una vez que esté correctamente explicada la requisitoria, van a firmar los viáticos para evitar que el empleado que tuvo que traer las champas sea “rehén del incumplimiento ajeno”.
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