Un policía retirado y un camionero, ambos oriundos de Río Cuarto, fueron condenados ayer por el asesinato de Rodolfo Santos Zabala (28), un joven riotercerense que fue degollado hace poco más de dos años y tres meses y su cuerpo abandonado en una alcantarilla del camino que une Pampayasta Sud con Villa Nueva.
Luis Ricardo Ortiz (58) fue hallado culpable de “homicidio simple” y se le impuso una pena de 11 años de prisión, mientras que Lucio Alejandro Aguilera (25) recibió una sanción de seis años de cárcel tras ser declarado “partícipe secundario” del mismo delito.
Si bien el crimen de Zabala se produjo en las afueras de Río Tercero, la tarde del 6 de febrero de 2012, el proceso judicial se sustanció en los Tribunales locales porque el cadáver fue encontrado en jurisdicción de la Cuarta Circunscripción Judicial, con asiento en Villa María.
Como Ortiz admitió haber cometido el hecho, aunque aduciendo que no había querido matar a Zabala y que el corte que le produjo en el cuello fue producto de un forcejeo, el juicio se abrevió al incorporarse por lectura toda la prueba testimonial y documental obrante en el expediente.
A la confesión del expolicía le siguió la declaración de Aguilera, quien ratificó los dichos de aquel, aunque alegó que no intervino directamente en el crimen, sino que su participación se limitó a acompañarlo para “apretar” a Zabala.
Un “apriete” fatal
En efecto, Ortiz había convocado al camionero para amedrentar a la víctima por cuestiones pasionales, pero en medio de un forcejeo le produjo un profundo corte en la garganta que le causó la muerte en pocos minutos.
Consumado el homicidio, el autor del hecho y su cómplice viajaron desde Río Tercero hasta Pampayasta y, en las afueras de la vecina localidad, a un costado del ripio que va a Villa Nueva, abandonaron el cuerpo debajo de una alcantarilla.
El cadáver fue encontrado cuatro días más tarde, en avanzado estado de descomposición, y una semana después se detuvo a Jorge Alberto Maldonado (36), apodado “El Silvador”, quien fue vinculado al crimen.
Tras permanecer varios meses detenido, Maldonado fue liberado y posteriormente sobreseído, ya que se comprobó que no tuvo nada que ver con el sangriento episodio.
Ortiz y Aguilera fueron apresados el 5 de mayo de 2012 (es decir que ya llevan dos años entre rejas), por lo que deberán completar los dos tercios de sus respectivas condenas para, recién entonces, solicitar el beneficio de la “libertad condicional”.
El juicio fue presidido por el camarista René Gandarillas y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y de los abogados Enrique Zabala (de Río Cuarto, defensor de ambos imputados) y Fabián Zucarello (de Río Tercero, quien patrocinó a la concubina de la víctima, Vanesa Domínguez, quien se constituyó en la causa como querellante particular), mientras que el secretario actuante fue Roberto Jue.