La ambulancia que trasladó al exintendente Miguel Veglia desde Tribunales llegó al Hospital Regional Pasteur a las 12.45. En la Guardia se comprendió rápidamente que se trataba de un paciente con paro cardiorrespiratorio, “un aparente cuadro de muerte súbita”, como se informaría más tarde.
Los profesionales que lo recibieron iniciaron maniobras de reanimación con entubación, en base a masajes cardíacos y el suministro de medicamentos. Lo hicieron durante un período de algo más 75 minutos. En un momento, ante una pequeña respuesta, el paciente fue llevado a la Unidad de Terapia Intensiva. Allí sufrió nuevamente la interrupción de la actividad cardíaca, esta vez definitivamente.
El parte oficial, firmado por el subdirector del centro asistencial de calle Mendoza, doctor Ignacio Bruno, precisó que el fallecimiento de Veglia ocurrió a las 14.
Para entonces, en el interior del nosocomio ya se hallaban su esposa Cristina, su hijo David y una hermana de Veglia.
En el hall aguardaban los titulares del radicalismo local, encabezados por Silvia Balderramos y Marcelo Barotto, además del concejal por esa fuerza Carlos Gagliano. Con ellos estaban el jefe de Gabinete José Carignano, el presidente del Concejo Deliberante José Escamilla, ambos justicialistas. Se sumaron desde el interior del Hospital la titular de Salud Mildren del Sueldo y el también facultativo Miguel Sponer. Los pronósticos no eran buenos. De la calle llegó el dirigente de la UCR Gustavo Bustamante, luego lo hizo el juez de Faltas Héctor Paschetto y segundos después la jueza de Menores Cecilia Fernández.
La infausta noticia sobre la defunción del exmandatario local los encontró a todos inmiscuidos en nerviosos diálogos. Balderramos estaba muy compungida.
Los funcionarios y Gagliano ofrecieron entonces a la esposa que el velatorio se realizara en el Concejo Deliberante, gesto que agradeció. “La familia prefirió que no”, explicaron al cronista de EL DIARIO que siguió a respetuosa distancia cada situación.
La trabajadora judicial que atendía a Veglia en la barandilla del cuarto piso de Tribunales cuando se descompensó, también había llegado al Hospital por detrás de la ambulancia y anticipó que hoy a las 8 realizarán una asamblea para reclamar nuevamente por las mejoras edilicias, entre ellas, lo ascensores correspondientes (los que están instalados no permitieron bajar al exintendente en camilla).
Testimonios
Silvia Balderramos (titular de la UCR)
“Tengo mucho dolor. Cuando me dijeron lo que había pasado quedé muy consternada.
Llegaba a mi casa y me avisaron que lo habían traslado al Hospital. Vine inmediatamente y me encontré con algunos excompañeros (de la administración de Veglia).
Era un hombre tan batallador que esperábamos que también ganara esta batalla. La última batalla (por la vida) no la pudo ganar. Miguel era un trabajador, un profesional, un hombre íntegro. Tengo el mejor recuerdo de él, estuve más de 7 años como funcionaria durante su Gobierno.
Uno podía o no compartir cosas con él pero nadie puede negar que era íntegro, un honroso político. Hemos perdido una gran persona”.
Carlos Gagliano (concejal de la UCR)
“Una noticia muy triste. Si bien tenía algunos problemas de salud, era hipertenso, pero estaba bien, estaba medicado y participando de las reuniones políticas.
Su muerte fue sorpresiva. Miguel era un hombre apasionado con lo que hacía, defendió sus convicciones, algunos lo calificaban de porfiado, tozudo pero la sociedad que lo votó tres veces vio que era una persona en la que se podía confiar.
Miguel tiene un lugar ganado en la historia, fue uno de los dirigentes políticos más importantes de la ciudad en el Siglo XX.
José Escamilla (presidente del Concejo Deliberante)
“Su muerte causó un dolor muy grande. Con Miguel fuimos juntos a la Academia La Fosa y juntos nos recibimos de tenedores de libros. Nos conocíamos desde jóvenes, habíamos compartido muchas cosas más allá de la política.
Cuando nos enteramos de su descompensación yo estaba en la Municipalidad y rápidamente nos vinimos al Hospital con José Carignano y Mildren del Sueldo que es cardióloga. Nos pusimos a disposición de la familia, estar acompañando en el dolor.
Lo vi días atrás, estaba muy entusiasmado ya listo para abrir un nuevo estudio. Siempre nos encontrábamos a las 6 de la mañana en el Polideportivo, él hacía mucha actividad física. Su muerte nos tomó de sorpresa y es un dolor muy grande, muy grande”.
Gustavo Bustamante (dirigente radical)
“Fue todo muy rápido. Pensamos que era una descompostura como otras.
Lo vamos a recordar como una persona que disfrutamos, nos aportó su experiencia, nos acompañó muchas veces a Buenos Aires. Compartimos muchas horas. Se lo veía bien, contento con sus nietos, trabajando. Miguel fue una persona que se dedicó mucho a la gente y no tanto a cuidarse a él. Fue todo muy repentino”.