Los gastronómicos de Luis Barrionuevo que adhieren a la CGT de Hugo Moyano, los metalúrgicos de la CGT de Antonio Caló, gremios que no comparten una misma mesa como la UEPC y la SADOP y referentes de las dos CGT de Córdoba, marcharon juntos por las calles de Bell Ville, denominada “la capital del plus médico”.

La protesta, que congregó a unas 2.000 personas según los organizadores, fue convocada tras un plenario de regionales de CGT.

Tras caminar unas cuadras desde la plaza 25 de Mayo, los manifestantes se congregaron frente al Círculo Médico de Bell Ville, que estaba vallado y con una fuerte custodia policial. “Los trabajadores somos equilibrados, no vamos a romper el edificio. Sólo les vinimos a pedir que dejen de robar”, dijo Francisco Argüello, titular de la CGT Regional Bell Ville.

El dirigente fue el encargado de leer un documento en el que fustigaron a los “comerciantes de la salud, que borran con la mano lo que escribieron con el codo, desconociendo los aranceles que ellos mismos acordaron”.

Diferenció a estos profesionales de los médicos honestos, que según el titular de la UEPC, Juan Monserrat, son “excluidos” de los círculos que nuclean a esos profesionales.

“Basta de robo con guantes blancos. El robo es robo y no importa quién lo lleve adelante. Imagínese que los docentes cobren un plus por las correcciones o los recolectores cobren plus por cada bolsa de basura”, dijo Argüello.

Todos los oradores del acto aclararon que “esto recién comienza” y se comprometieron a replicar las marchas en todo el territorio provincial hasta que se elimine el plus. La próxima reunión será en Laboulaye, el 16 de junio.

El titular de la CGT Bell Ville dialogó con EL DIARIO. Respondiendo al Círculo Médico que culpa “al sistema” por la situación de salud, Argüello dijo que “si los trabajadores culpáramos al sistema por ganar poco, ¿se justificaría que saliéramos a robar?”.

 

Oradores

 

En la marcha hubo un importante número de dirigentes villamarienses. Se encontraba el titular de la CGT Villa María, Eduardo Belloccio; el titular del Sindicato de Luz y Fuerza, Diego Bencivenga; el gastronómico Fernando Gómez; el metalúrgico Osmar Carreras y los dirigentes de SADOP, Edgardo Blangetti y Mónica Carrizo, entre otros.

Carrizo fue la vocera de la CGT Villa María. En su alocución dijo que no van a permitir “que lo poco que cobramos nos los roben las corporaciones, como en este caso, la de los médicos”.

A su turno, la dirigente de la mesa gremial de La Carlota, Patricia Doldan, fue precisa al decir que para los profesionales de la salud “ya no somos pacientes, sino clientes. Eso se les acabó. Acá empieza el fin de esa idea que les hizo considerarnos como mercancía”.

Carlos Coria, de la CGT San Francisco, dijo que van a denunciar ante la AFIP a todos los médicos que cobren indebidamente el plus.

Finalmente, Juan Monserrat, en un encendido discurso dijo que aquellos que accedieron a una universidad pública deben recordar que hicieron un juramento hipocrático “y no hipócrita”.

Señaló que el movimiento gremial de Córdoba es “heredero de Agustín Tosco, Atilio López y el Cordobazo y somos los que les vamos a poner fin a ese robo”.

Instó a todos los afiliados a obras sociales a que pidan factura por cada peso que paguen de plus “para que al menos, ellos también tributen”.

Celebró que desde una ciudad del interior “empiece a sonar con fuerza el escarmiento que surge de la voz de la unidad del movimiento gremial”.

En la marcha se vieron banderas de los gremios mencionados, más Atilra, UOCRA, UATRE, Sindicato de la Carne, AOITA, sindicato de televisión, bancarios, comercio, municipales, UPCN, SEP y judiciales, entre otros.