“Puede ser porque hay muchos insumos que son importados y en lo que es producción local hubo un aumento en algunas cosas de un 40% y en otras del 25%, después de la devaluación, cuando la misma no fue tan grande, por lo que me resulta excesivo”, resumió.

En ese sentido, el referente de la firma de capitales suecos, con centro de distribución en Rosario, administración en Capital Federal y una planta en El Trébol (Santa Fe), sostuvo que “otro inconveniente fue el acortamiento de los plazos de pagos: todos empezaron a querer cobrar de contado o enviando la mercadería con un remito abierto para cuando se cancelara la cuenta, haciéndolo a valor de ese día. Los plazos no es que se desplazaron, eran normales: 30, 45 ó 60 días, lo que cambió a fines de enero con la devaluación y recién ahora estamos tratando de volver, no a lo de antes, pero sí a los 30 días”.

“Nosotros, lo que es materia prima no movemos mucho. Cuando vamos a comprar caños no demandamos mucho a Acindar, no movemos tanto, y si te piden de contado no tenés presión para negociar”, advierte Camoletto, asumiendo ese sometimiento al mercado.

Por lo tanto, admitió que “seguro lo que dice el productor es cierto y el incremento de los insumos fue mayor a lo que aumentó el precio del producto”.

Respecto a esta muestra, dijo que la edición 2014 de “MercoLáctea es distinta, creo que puede ser importante que vaya rotando en diferentes lugares, que recorra las distintas cuencas lecheras, lo que podría ser Villa María, otra puede ser Trenque Lauquen en el oeste o en Tandil.

Muestras importantes del mundo como el Farm Progress en Estados Unidos se hacen en tres estados diferentes y rotando, cubriendo una gran región. Podría ser que un año sea en Villa María, otro en San Francisco y después provincia de Buenos Aires, por arriesgar algo. Eso sería más justo para que mayor cantidad de productores lecheros puedan asistir. Hay productores que se mueven la distancia que sea y otros que no tienen esa posibilidad, porque a veces es una explotación que los obliga a estar presentes, sobre la misma. Que el expositor se mueva, se acerque a ellos, está bien”.

 

Lo que se muestra

“Venimos a mostrar lo que es automatización, gestión y electrónica, que es todo lo que se mueve hoy. En una muestra se ve lo último, aunque no sea lo que tiene que poner en los próximos dos o tres años en su tambo, pero sí para el futuro, porque será lo que viene”. 

De todas maneras advirtió que los robots que estaban mostrando “todavía no se importan a la Argentina, porque nuestra empresa no puede garantizar la importación de todas las partes y sus repuestos. Se analiza porque hay más de dos mil equipos funcionando en el mundo, en Canadá, México, Estados Unidos, se está por habilitar una sala en Chile y próximamente en Uruguay, pero en la Argentina no fue lanzada al mercado esta tecnología, aunque hay interés”, dijo el gerente de la firma que posee el 60% del mercado de ordeñadoras en la Argentina.

 

Bioter, de Tío Pujio

Andrés Cramer, responsable técnico de Bovinos de la firma Bioter Nutrición Animal (de Tío Pujio), primero refirió ante EL DIARIO Rural que esta edición de MercoLáctea “renueva las expectativas” al presentarse en Rosario.

En ese sentido, marcó “comodidades como la capacidad hotelera, fue más fácil instalarse, la ubicación, porque las rutas tienen acceso por todos lados… Y esto si bien nos aleja del sector lechero con el que trabajamos, estamos viendo la posibilidad de extender brazos y llegar a nuevos clientes”.

“La recomposición (del precio) de la leche viene desde hace seis meses o menos, subió 50 centavos, 20% en un año, y sabemos que la inflación no es ésa. Más en el agro, con los aumentos en combustibles, agroquímicos, que subieron un 50%. Ahí ya tenemos un desfasaje amplio. Y a su vez, sumar los problemas climáticos”, disparó Cramer. Pero fue más allá en su análisis: “Los costos son altos, el pago de la leche hasta se podría decir que es bueno. Lo que pasa es que los productores están sufriendo una baja en la producción de leche que no se puede recomponer”. Consideró que el impacto mayor “no fue la devaluación (del peso el 21 de enero pasado), sino las altísimas temperaturas de enero y las excesivas lluvias de febrero y marzo.

Netamente el factor climático ha provocado una baja del 25% en la producción de leche, que el productor en el tambo hoy todavía no puede revertir. O sea, que con los altos costos y menor producción, se padece más este desfasaje”.

“No sé si decir si lo que afecta a nuestro mercado son los costos y que eso sea lo que más afectó al productor. Lo que cuesta meter un insumo nuevo. Sí se incrementó la inversión, antes de este período en lo que es confort, tratamiento de efluentes, cambio de maquinaria como tractores, muchos, en nutrición quizás sigue igual, medicamentos similar. Y sí creció la demanda de inoculantes, por la necesidad y la demanda para la conservación de la calidad que exigen las empresas en la competencia”, explicó.

 

Nuevo producto

“Presentamos una premezcla mineral formulada para adicionar a la dieta nutricional a base de burlanda”, anunció Cramer sobre este novísimo producto lanzado hace una semana.

Enumeró ventajas que apuntan a “minimizar los inconvenientes que pueda provocar esa alimentación”.

Especificó entre ellos “el exceso de azufre (elimina cobre y zinc y vitamina B), faltante de algunos minerales y problemas podales además de reproductivos y aportar a una mayor longevidad, teniendo en cuenta también el favorecer una mejor digestión”.

La premezcla de Bioter se denomina (porque son dos en realidad) BioMás 1520, un PMX Recría Burlanda para ganadería y el otro es el 1510, para el bovino de leche.